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Posición de los adjetivos

Publicado por A. Cerra

En otras entradas anteriores ya ha quedado claro que la función principal de los adjetivos es complementar a los sustantivos, algo que pueden hacer tanto precediéndolos como siguiéndolos. De eso vamos a hablar a continuación, de la posición de los adjetivos.

Cuando el adjetivo precede al nombre, se llaman antepuestos. Y son adjetivos explicativos.

En estos casos lo más habitual es que el adjetivo añade una nota significativa y meramente explicativa, sin que eso delimite de manera alguna la definición del sustantivo.

Verde césped

De hecho, en muchos casos como el anterior, estos adjetivos explicativos son un nota inherente al sustantivo. Como en negro carbón.

O se puede jugar con esa explicación pero de modo poético. “Volverán las oscuras golondrinas” (Gustavo Adolfo Bécquer)

No obstante, también hay adjetivos antepuestos que incorporan un valor más descriptivo y menos explicativo:

Sinuosos caminos. Escultural figura.

Por otro lado están los adjetivos pospuestos a los sustantivos, los cuales por regla general son adjetivos especificativos. Es decir que aportan una delimitación o característica específica del nombre al que acompañan.

El coche rojo. La casa grande.

Además hay ciertos adjetivos que siempre aparecen siguiendo a un sustantivo en concreto. De alguna forma son expresiones ya establecidas. Sin ir más lejos hablamos de redes sociales para definir a facebook, twitter y demás, pero nunca se nos ocurriría decir sociales redes, ni siquiera como licencia poética.

Al igual que los adjetivos gentilicios por regla general siempre se posponen al nombre: el futbolista argentino.

Aunque luego podemos encontrar adjetivos pospuestos que no tiene un valor especificativo, son explicativos. Pero tiene una forma de presentación muy concreta:

El hombre alto me avisó (especificativo)

El hombre, alto, me avisó (explicativo, y siempre va entre comas)

Otros casos interesantes de valorar son aquellos adjetivos que llegan a cambiar su significado según su posición. O sea quieren decir una cosa distinta si van delante o detrás del sustantivo. Hay ejemplos que todos conocemos.

No es lo mismo decir pobre hombre que hombre pobre. En el primer caso hablamos de un desgraciado y en el segundo de una persona sin recursos. O cuando hablamos de una casa nueva, nos referimos a una casa a estrenar, mientras que si es una nueva casa se trata de un cambio de residencia. Eso por no hablar de casos más evidentes como cierta cosa (alguna) o cosa cierta (verdadera).

Y por último tenemos que mencionar algunos ejemplos en los que el adjetivo va siempre en la misma posición, sea delante o detrás.

Mero trámite (jamás se diría trámite mero)

Vía férrea (imposible una férrea vía)