Partes en las que se divide un libro II
En un post anterior comenzamos a enumerar y describir las diferentes que componen un libro. Si bien nos quedamos práctica y literalmente en el concepto del índice de una publicación. Así que ahora vamos a seguir con las otras partes que vienen a continuación.
El prólogo. Puede ser una sencilla presentación de carácter más objetivo sobre el autor del texto o la materia que trata. No obstante, suelen ser muy valorados los prólogos de autor. Unos textos que se hacen posteriormente a la obra que preceden, y que por regla general son hechos por encargo y en un tono laudatorio.
También hay casos de prólogos que son verdaderos estudios sobre la obra, algo habitual con ciertos clásicos, que suelen ir precedidos por un prólogo escrito por algún docto investigador que ha reflexionado enormemente sobre esa obra o por un escritor al que le ha influido a lo largo de su trayectoria artística.
El prefacio. Distinto que el prólogo es el prefacio. En este caso se trata de un comentario sobre la obra. Un texto en el que se añade información complementaria para una mejor lectura. Así como en otras ocasiones es simplemente un texto de agradecimientos por parte del autor a aquellas personas o colectivos que han favorecido su creación.
La lista de abreviaturas. Hay publicaciones, especialmente de carácter más técnico, en las que se incluyen de modo reiterado ciertas palabras y referencias. Por este motivo se recurre a las abreviaturas para que sean más prácticos y amenos a la hora de leerlos. Si es así, entonces antes de comenzar con el cuerpo del texto ha de incluirse un listado con estas abreviaturas. No son para que el lector se las aprenda en este momento, sino para que recurra a ese listado siempre que le haga falta a lo largo de la lectura, ya que si se repiten muchas veces, uno acaba por conocer sus significado.
La introducción. Aún puede haber un último paso previo al cuerpo del texto. Es la introducción, y en ella se hace un primer acercamiento a los contenidos, a las tesis que se van a defender ahí, y allí se valora su finalidad e importancia. Y por ello generalmente van estas introducciones tienen valor si van firmadas por alguna autoridad en la materia, un investigador del tema tratado o un estudioso del autor en el caso de las obras literarias.