Aféresis
La aféresis es una figura literaria que forma parte del conjunto conocido como figuras de metaplasmo. Este grupo se caracteriza por la formación de palabras nuevas que, partiendo de vocablos conocidos y correctos, forman otros que, al menos en la teoría, no cumplen con las normas de corrección lingüística.
Pero, al margen de la esta definición académica, debemos entender que si bien la aféresis -así como todos los demás recursos de metaplasmo- empieza siendo una licencia retórica que se toma el hablante o escritor, su uso no es pragmáticamente incorrecto, pues su punto de partida se sitúa dentro de la norma. Así, no debe resultar del todo sorprendente que la mayoría de las palabras que se forman por aféresis terminen siendo utilizadas de forma habitual, y que algunas, incluso, acaben formando parte de los diccionarios y las jergas oficiales.
Así, lo que caracteriza a la aféresis es la supresión de una o varias sílabas (o de uno o varios sonidos, en la lengua hablada) al principio de una palabra. En esto se distancia por oposición del apócope, que consiste en la supresión de una o varias sílabas o sonidos al final de la palabra, y de la síncopa, que consisten en la misma eliminación pero en las posiciones centrales de una palabra.
De esta manera, existirá aféresis cuando suprimamos conscientemente parte del comienzo de una palabra para formar otra que signifique lo mismo. Esto último es de especial importancia. Nunca hay que olvidar que la aféresis no supone una transmutación del contenido semántico de una palabra, sino que, una vez efectuado el cambio, que es puramente léxico, la palabra nueva se utiliza para hacer referencia a lo mismo que la antigua. Exactamente a lo mismo.
Teniendo en cuenta lo anterior, no llama tanto la atención que la mayoría de los aféresis se lleven a cabo por comodidad y economía. Los poetas del Renacimiento lo utilizaban a menudo para adecuar sus escritos a los severos modelos métricos por los que habían de regirse. Así, por ejemplo, en lugar de agora (equivalente a ahora), decían en ocasiones simplemente ora. Y así inventaron un aféresis que sigue vivo, aunque sea usado únicamente en textos literarios y académicos un poco rimbombantes, cuando dicen “ora esto, ora lo otro”.
Otros aféresis más comunes en nuestros días son la eliminación de la “p” cuando una palabra empieza por “ps”, como ocurre con “psicología”, que termina muchas veces como simple “sicología”. O cuando reducimos un nombre cariñosamente a su terminación, y decimos “Cisco” en lugar de “Francisco”, o “Lolo” en lugar de “Manolo”. O cuando, por simple economía, decimos “bus” en lugar de “autobús”.