Gramática de casos
Dentro de la enorme transformación que experimentó la gramática a lo largo del siglo XX destacó de forma especialmente relevante la aportación de la llamada gramática generativa y transformacional. Con la aplicación de sus principios universalistas y la introducción en el análisis lingüístico de elementos transformacionales para representar el desplazamiento de los constituyentes y, en general, todas las manifestaciones del lenguaje natural, estas corrientes de análisis cambiaron para siempre el paradigma de los estudios gramaticales.
Dentro de su inherente complejidad, surgieron a su vez teorías y corrientes para explorar el potencial completo que abrieron sus primeras conclusiones. En ese contexto, una de las tendencias más profundas e interesantes fue la llamada gramática de casos.
Por gramática de casos entendemos un pequeño módulo analítico de la gramática, que estudia tanto la distribución como el movimiento de los sintagmas nominales. Como teoría para el análisis lingüístico nació en 1968 de la mano de Charles J. Fillmore, especialista norteamericano formado en la escuela de la gramática transformacional.
La gramática de casos entiende que toda predicación está constituida por un verbo que a su vez se combina con uno o con varios papeles temáticos. Dichos papeles pueden ser el Agente, el Instrumental o el Tema, y toman la forma aparente de sintagmas nominales. La distribución y la concordancia gramatical de todos estos papeles en su relación con el verbo y entre ellos mismos viene dada por el una propiedad de cada uno de ellos: el caso gramatical. Gracias al caso gramatical, que es quien asigna una función gramatical a cada elemento de la oración, ésta adquiere sentido y coherencia a todos los niveles.
Así, según Fillmore, cada verbo que forma una predicación es quien selecciona una serie de «papeles temáticos» -o casos profundos en términos de la gramática transformacional-, y estos papeles forman su marco casual. El marco establece toda la información relevante en torno al espectro semántico de los sintagmas verbales, adjetivales y nominales que puedan aparecer en la predicación, si bien está sujeto a una importante restricción: cada caso profundo puede aparecer una única vez en cada oración.
En un predicado, sólo los verbos y las preposiciones están capacitados para asignar casos. Estos elementos son los que imponen el caso morfológico a cada uno de los sintagmas nominales que aparezcan.
Así, puede observarse que si bien los casos y los papeles están intrínsecamente relacionados, los primeros tienen una naturaleza eminentemente sintáctica, mientras los segundos se relacionan con el nivel semántico de la oración.