Pronombres determinantes

Desde hace un tiempo hemos estado estudiando, aquí en La Guía de Lengua, las distintos tipo de pronombres que existen, así como su naturaleza y función gramatical. Los pronombres, hemos dicho, son las palabras que actúan como núcleo sintagmático de un sintagma determinante, y no simplemente «las palabras que sustituyen al nombre», como se ha repetido de forma tradicional.

Así, en lugar de esa arcaica idea de «sustitución», hemos preferido decir que los pronombres utilizan la «referenciación», es decir, «hacen referencia» a un «antecedente» gramatical. Por ello, la característica principal que hemos de conocer acerca de los pronombres es la deíxis (la función deíctica). Esta propiedad simplemente hace que un pronombre no pueda aparecer en una oración a menos que exista un antecedente, esto es, un elemento gramatical cuyo contenido semántico pueda el pronombre «tomar prestado», ya que por sí mismo, el pronombre carece de él.

El antecedente, en cualquier caso, no ha de aparecer sintácticamente en la oración. Puede que lo haga (y en ese caso se le llama «antecedente sintáctico») y puede que no (y en ese otro caso lo llamaríamos «antecedente discursivo»).

Sin embargo, es seguro que el lector atento se habrá fijado en que las categorías gramaticales no son siempre conjuntos cerrados ni departamentos estancos. Al contrario. Y, de hecho, con los pronombres esto resulta realmente frecuente. Muchas veces hemos repetido aquí palabras que resultaban válidas no sólo en diversos subgrupos de una misma categoría gramatical -como los pronombres exclamativos y los interrogativos- sino también en categorías diferentes -como los pronombres, los adjetivos y los determinantes.

Así, tenemos un gran subgrupo pronominal que generalmente se conoce como el de los pronombres determinantes o pronombres determinativos. Este grupo está integrado por otros, que son los pronombres posesivos, demostrativos, indefinidos y numerales. Subgrupos que encontraríamos con los mismos nombres al hablar de determinantes, o de adjetivos.

El problema que suscita esta cuestión está naturalmente relacionado con esa «delimitación» de las categorías o «transcategorización». Así ocurre cuando vemos las siguientes oraciones:

Esa ventana hace más hermosa la fachada

Esa es [la ventana] de la que te hablé, la que hace más hermosa la fachada

Realmente, la palabra que abre cada oración es la misma: «esa». Sin embargo, en el primer caso está actuando como determinante demostrativo y en el segundo como pronombre de ese mismo tipo.

La diferencia es únicamente contextual y funcional. Si el elemento en cuestión «hace referencia» a un «antecedente» (que, tal y como hemos visto, puede aparecer o no en la oración) entonces estará actuando como un pronombre. Si simplemente «acompaña» o «actualiza» a un sustantivo situado inmediatamente a su lado, entonces está actuando como determinante o como adjetivo.

Cabe destacar que los pronombres determinantes cumplen una función esencial en la coherencia y cohesión del discurso. Al referenciar elementos previamente mencionados o conocidos por los interlocutores, facilitan la comprensión y evitan repeticiones innecesarias. Por ejemplo, en un texto narrativo, el uso adecuado de pronombres determinantes puede ayudar a mantener la fluidez y claridad de la narración, permitiendo al lector seguir la trama sin confusiones.

Además, es importante mencionar que los pronombres determinantes también pueden variar en género y número, adaptándose al sustantivo al que hacen referencia. Por ejemplo, en español, los pronombres demostrativos pueden ser «este», «esta», «estos» y «estas», dependiendo del género y número del sustantivo antecedente. Esta flexibilidad permite una mayor precisión y concordancia en la comunicación.

Otro aspecto relevante es la diferencia entre los pronombres determinantes en distintos idiomas. En inglés, por ejemplo, los pronombres demostrativos son «this», «that», «these» y «those», y aunque cumplen una función similar a los del español, su uso y colocación en la oración pueden variar. Esta comparación entre idiomas nos ayuda a entender mejor las particularidades y reglas de uso de los pronombres determinantes en nuestra propia lengua.

Finalmente, es crucial recordar que el uso correcto de los pronombres determinantes no solo enriquece nuestro discurso, sino que también refleja un dominio avanzado de la lengua. La capacidad de emplear estos pronombres de manera adecuada demuestra una comprensión profunda de las estructuras gramaticales y una habilidad para comunicar de forma efectiva y precisa. Por ello, es recomendable practicar su uso en diferentes contextos y prestar atención a su función dentro de las oraciones y textos que producimos o analizamos.