Tiempo gramatical
El tiempo gramatical es el tiempo en el que transcurre una determinada oración, o su tiempo referencial. Puede ser de dos tipos: bien tiempo absoluto, que se establece en función del hablante y siempre en relación al momento en el que la frase se dice, bien tiempo relativo, que se establece siempre en función del tiempo absoluto.
Dentro del tiempo que hemos anunciado como absoluto suele establecerse una nueva subdivisión, que corresponde a tres momentos temporales diferentes y bien conocidos: pasado, presente y futuro. El pasado gramatical se emplea comúnmente para hacer referencia a acciones anteriores al momento de la enunciación, o lo que es lo mismo, para expresar sucesos que ya han sucedido. El futuro gramatical se emplea análogamente para hacer referencia a acciones posteriores al momento de la enunciación, es decir, a acciones que aún no han tenido lugar. El presente gramatical se utiliza por contra para hacer referencia a acciones que no son pasadas ni futuras, es decir, que ni han sucedido aún ni sucederán en el futuro, sino que suceden en el momento de la enunciación, ya sea exactamente al mismo tiempo o en un período más amplio de tiempo que incluye dicho momento particular.
Es conveniente señalar que, pese a la abundante presencia en las lenguas del mundo de esta división temporal, hay lenguas que hacen otro tipo de divisiones; es decir, que el trío pasado/presente/futuro no es lingüísticamente universal, ni necesariamente “natural” o “intuitivo”; algunas lenguas reconocen, simplemente, la existencia de un tiempo pasado y de otro tiempo no pasado, lo que equivaldría conceptualmente a la inclusión de los tiempos presente y futuro en una única categoría. Otras lenguas añaden aún más tiempos a los tres citados previamente, incluyendo categorías relativas al pasado lejano y al pasado cercano, al futuro lejano y al futuro cercano.
Pero el tiempo gramatical no sitúa únicamente un suceso en un tiempo determinado. Si se dan dos sucesos, es capaz de “ordenarlos” cronológicamente, añadiendo información, a su vez, sobre la simultaneidad o no de los mismos. En otras palabras, el tiempo gramatical puede decir si un suceso ocurre antes que otro, a la vez que otro o después que otro; o lo que es lo mismo, puede decir si un suceso A es pasado con respecto a un suceso B, si un suceso A es contemporáneo de un suceso B, o si un suceso A es posterior -futuro- a un suceso B.
Cuando se hacen este tipo de relaciones entre acciones que suceden en momentos distintos de tiempo, a una acción expresada en tiempo absoluto se le añade otra expresada en tiempo relativo, que sólo es capaz de fijarse temporalmente haciendo referencia a la primera.