Lengua
Inicio Libros, Literatura El ascenso de Silas Lipham de Howells

El ascenso de Silas Lipham de Howells

Publicado por A. Cerra

William Dean Howells (1837 – 1920) está considerado por los investigadores de la literatura de Estados Unidos como el gran impulsor del estilo y la corriente realista de aquel país. Un movimiento en el que también se inscriben otros escritores de talento como el propio Henry James.

Y es que la producción de W. D. Howellls está inspirada sobre todo en su interés por los problemas e implicaciones teóricas de este espíritu realista, y lo llevó de forma reiterada casi de modo obsesivo a sus obras narrativas. Jamás quiso ceder ni un milímetro a la influencia de otras corrientes, como el naturalismo, cada vez más presente en las novelas estadounidenses.

Sin embargo, lo más curioso del Realismo de Howells es que tiene un claro tono moralista, pero perfectamente respetuoso con los ideales burgueses de su tiempo. Unos ideales y una burguesía que no dudaba ni un instante en ocultar o negar, eso sí de forma muy decorosa, los aspectos más desagradables de la realidad de su tiempo.

Toda su obra por ello se centra en ese estrato social, el cual es algo realmente anodino si uno se para reflejar solo sus costumbres y escenarios, sin contar con el ambiente mucho más amplio de toda la sociedad. En definitiva, que el objeto de sus relatos son una clase media, la cual es de por sí bastante aburrida, entre otras cosas porque el autor no plantea problemática alguna con ese modo de vida. Tan solo se intuye cierto tono sentimentaloide.

Además, Howells también se destacó por su habilidad para capturar los matices de la lengua y el habla de la gente común. Su atención al detalle lingüístico y su habilidad para representar fielmente los patrones de habla de las diferentes clases sociales le permitieron crear personajes convincentes y realistas. Esta habilidad para representar la vida cotidiana y las interacciones humanas de manera realista es una de las características más notables de su obra.

Por otro lado, Howells fue un crítico literario influyente y sus opiniones sobre la literatura y la sociedad a menudo se reflejaban en sus propias obras. Fue un defensor de la literatura que representaba la vida tal como es, en lugar de idealizarla o exagerarla para el efecto dramático. Esta postura a menudo lo puso en desacuerdo con otros escritores y críticos de su tiempo, pero también ayudó a establecer las bases del realismo literario en Estados Unidos.

Dicho lo cual, no puede extrañar que la lectura de las obras de Howells haya decrecido enormemente con el paso del tiempo. No obstante, es un tipo de producción que merece ser conocida, ya que representa un momento histórico. Y de hecho, en su admirada Europa, por la que viajó mucho tiempo el autor, este tipo de obras aburguesadas fueron mucho más habituales de lo que uno cabría esperar, y contaron con el favor de muchos lectores en su época.

En fin, que si hemos de elegir un libro de W. D. Howells, la obra más representativa e interesante es El ascenso de Silas Lapham de 1885. En ella, de nuevo vuelve a intentar hacer un retrato de la sociedad del momento. Y si bien se vuelve a centrar en la burguesía y su ideales, también es verdad que sin que haya una crítica muy dura, nos habla con cierto tono negativo de la moralidad y las aspiraciones de los nuevos ricos de su tiempo. Algo que sabe contarnos a la perfección gracias a su capacidad para el retrato psicológico de los personajes.

Esa cualidad, junto a su esmerado sentido narrativo, pese a que a veces la trama puede ser insustancial, son los valores más reseñables de este libro. En El ascenso de Silas Lapham, Howells explora temas como la ambición, la moralidad y la identidad a través de la lente del realismo, ofreciendo una visión aguda y matizada de la vida en la América del siglo XIX.