El dios de las pequeñas cosas de Arundhati Roy
Arundhati Roy cuando publicó su novela El dios de las pequeñas cosas en 1997 era una total desconocida para la literatura. De hecho era su primera novela, sin embargo su éxito fue absoluto. Lo cual no deja de ser sorprendente al tratarse de una novelista india y que por supuesto ambienta su libro en su país natal, concretamente en el estado de Kerala, al sur del gigantesco país asiático.
Se trata de una larga novela en la que nos relata la vida de los gemelos Rahel y Estha. Ya que el germen es el reencuentro de ambos hermanos en 1993 y como recuerdan el verano del año 1969, cuando estando en su aldea de Ayemenem son visitados por la niña británica Sophie Moll.
De hecho esta niña morirá ahogada accidentalmente en el río, y ese suceso supuso todo un hito en la vida de los gemelos, que por entonces tenían 7 años. Pero no solo les marcó a ellos, sino a mucha gente de su aldea. Por ello es la excusa a partir de la cual la autora nos narra una saga familiar, en la que se va fundiendo los hechos ficticios con otros propios más autobiográficos.
La incidencia de la muerte de Sophie Moll en la vida de los dos gemelos no es más que un ejemplo soberbio de como cada cosa afecta al devenir de las personas. Incluso las más pequeñas, ya que se van acumulando y de esta forma acaban conformando el carácter y comportamiento de cada uno.
Esa es la tesis de la novela. Y se aprecia en lo que nos cuenta de todos los personajes. Los cuales por cierto están inmersos en una época bastante convulsa de su historia reciente. En 1969, la India ya se ha independizado de Gran Bretaña, pero la autora presenta una sociedad con cierto sentimiento de inferioridad. Y lo hace alguien que vivió su infancia durante esos años, incluso nos cuenta todos los hechos con una mirada bastante infantil. Lo cual no significa que no pueda ser bastante cruda al presentarnos una sociedad india donde pervive el sistema de castas o ser mujer es sinónimo de ciudadano de segunda.
Igualmente aparecen cuestiones políticas y religiosas. Lo primero teniendo en cuenta que a finales de los años 60, el Comunismo estaba cobrando una gran importancia en India. Y lo segundo, porque en ese país la religión, más bien las religiones están en cualquier rincón, con el condicionante de que en Kerala están asentados un elevadísimo número de cristianos.
En definitiva una novela gracias a la cual podemos conocer un poco más ese país y el carácter de sus habitantes. E incluso el ritmo de su narración va en consonancia con ello, ya que es muy exuberante, lo cual a veces provoca cierta lentitud. Algo que por cierto también cuadra con el tono espiritual que llega a alcanzar en algunos pasajes.