La Vieja Sirena de José Luis Sampedro
La Vieja Sirena es una de las más destacadas obras del escritor español José Luis Sampedro (1917 – 2013), uno de los autores más españoles más importantes de la segunda mitad del siglo XX.
Se trata de una novela que publicó en el 1990. Una narración de carácter histórico que según el propio autor forma parte de una trilogía denominada “Los círculos del tiempo”, la cual está compuesta por esta obra y por Octubre, Octubre y Real Sitio. Sin embargo, se trata de una trilogía temática, porque no hay ninguna otra relación ni de trama, ni de personajes, ni siquiera de época entre los tres libros.
El caso es que La Vieja Sirena se ambienta en ciudad mediterránea y egipcia de Alejandría en el siglo III. En esta urbe, ya en decadencia, viven dos de los protagonistas de la novela. El poderoso comerciante Ahram y su fiel servidor Krito, mucho más interesado en el pensamiento que en el poder que tanto ansía Ahram.
Pronto a Ahram se le vende como esclava una bella muchacha, Glauka. La cual es la gran protagonista del relato. Un mujer cargada de embrujo y de magia que por supuesto volverá locos de amor a los otros dos personajes, incluso a Krito que tiene sus conflictos personales al no decidirse por ser heterosexual u homosexual.
No obstante, la relación entre los personajes no es más que la excusa para que el autor nos plantee reflexiones sobre los más variados temas. Por supuesto el amor, pero también el ansía desmedida de poder, la muerte o el sexo. Y esas reflexiones la van haciendo los tres protagonistas, y a los tres les da voz José Luis Sampedro, en un ejercicio literario que incluye alucinantes monólogos interiores.
En realidad, toda la obra es un ejercicio de altísima literatura, con pasajes descriptivos en los que captamos con todos los sentidos el ambiente o los lugares descritos, incluso los sabores de las comidas o el tacto de las relaciones. Es una obra excelentemente escrita que es capaz de fascinar por la prosa poética del relato, por los hechos vibrantes a las que asistimos como lectores y por las vivencias tan humanas y tan mágicas que nos embaucan. Pero aún así, muchos lectores de la obra, al mismo tiempo que se rinden ante su calidad llegan a decir que es muy larga, y que podrían haberse eliminado algunos pasajes.
Está claro que esa es una cuestión de gustos, porque la obra es innegablemente de primerísima calidad. Por ello animamos a su lectura, y una vez acabada que cada cual juzgue si le sobran páginas o merece la pena leer con detenimiento todos y cada uno de sus párrafos.