La guerra de los botones de Louis Pergaud
La guerra de los botones escrita por el autor francés Louis Pergaud en 1912, se ha convertido en todo un clásico de la literatura infantil. O quizás habría que decir de la literatura, ya que esta obra sin duda fascina a los más pequeños, a partir de los 9 ó 10 años, pero también puede encantarle a un adulto, al que le propone un viaje a su infancia, a las travesuras con sus amigos y a los tiempos en los que lo más importante era la pandilla.
El libro nos traslada al mundo rural de comienzos del siglo XX, concretamente a los pueblos franceses de Longeverne y Velrans, secularmente enfrentados, como buenos vecinos que son. Y ese enfrentamiento también lo tienen los niños de cada pueblo, que constantemente se enfrentan en batallas, que en el fondo reflejan los enfrentamientos de sus mayores. Y es que sin duda se puede leer un trasfondo que nos lleva al absurdo de las guerras, y pese a describir divertidos episodios de luchas, secuestros y robos entre los muchachos, lo cierto es que hay un tono pacifista en toda la obra.
De hecho, la obra infunde una serie de valores a los jóvenes lectores. Y es que no hay que olvidar que el autor, Louise Pergaud (1882 – 1915) durante su corta vida fue maestro de escuela, y sus libros son una especie de añadido de moralidad a los conocimientos que impartía en las aulas. Y paradójicamente, pese a su claro pensamiento antimilitarista tuvo que participar en el Primera Guerra Mundial, y durante aquel conflicto falleció.
Así que la novela tiene sus episodios divertidos y entretenidos. Para los mayores posee el encanto de recordar otros tiempos casi siempre mucho más felices y sencillos. Y para los pequeños la diversión de la lectura ayuda a la promoción de ideas como la amistad, ya que toda la relación entre los protagonistas y sus bandas se basa en eso. Una amistad que de niño es mucho más importante que otros valores como la familia, y por supuesto que el amor.
Y esa amistad lleva aparejada la lealtad. Otro valor clave de la que se habla en la novela. Los niños son fieles a su líder y sus lugartenientes y están embarcados en una guerra con los vecinos de la que nadie sabe el origen, pero que hay que afrontar todos juntos y sin dudarlo. Una lealtad que les lleva a luchar juntos y a protegerse en cualquier situación, tanto frente al bando enemigo, como ante sus propios padres o en la escuela.
Como suele pasar en este tipo de obras, todo es muy simple, en cuanto a los valores de nobleza o lealtad. Pero a diferencia de la literatura infantil de comienzos del siglo XXI, en este libro de comienzos de la centuria pasada, hay elementos que en la actualidad se ven como “políticamente incorrectos”.
Por ejemplo, los niños hablan continuamente con palabras malsonantes. Además todo tiene su ingrediente violento y hasta cruel, sin obviar asuntos como la venganza o el desacato a la autoridad.
No obstante, como hemos dicho al principio es todo un clásico infantil, y su lectura es más que recomendable. Porque estos aspectos “políticamente incorrectos” solo los vemos hoy en día, y es que tal y como se dice en el libro: lo peor es convertirse en adulto.