Consecuencias de la Guerra civil española
La guerra civil que azotó España durante los años 1936 y 1939 provocó unas consecuencias en la literatura y en los demás campos que conviene tenerlos en cuenta a la hora de entender las generaciones literarias después de esta este conflicto Civil.
Pues bien, el país se encontraba en una situación desoladora tras la guerra civil acabada en el 1939. Uno de los autores más célebres de las antiguas generaciones literarias, Federico García Lorca fue asesinado un mes después de que esta terrible guerra tuviera lugar; otro de ellos, Antonio Machado murió unas pocas semanas después de marcharse de España; Pedro Salinas, Luis Cernuda, Jorge Guillén y Rafael Alberti, por su parte, fueron exiliados y Miguel Hernández acabó encarcelado en Alicante falleciendo en el año 1942.
Dámaso Alonso, después de casi veinte años en los que había preferido mantenerse en silencio poético, dio luz a su obra titulada “Hijos de la ira” en la que reflejó la desesperación que sintió y siente frente a la época tan llena de adversidades que le tocó vivir a él y a sus colegas literatos.
Por otro lado, el autor Vicente Aleixandre publicó en su obra titulada “Sombra del paraíso” un deseo por un mundo ya inexistente donde fue posible el amor y que al recordarlo demuestra el trágico y doloroso sentimiento que le provocó este acontecimiento histórico tan devastador.
El exilio desesperado fue protagonizado por autores que pertenecieron a diferentes generaciones literarias. Por un lado, los autores ya citados de la Generación del 27 además de Prados, Altoaguirre, Garfias, etcétera, se vieron obligados a marcharse a diferentes lugares de América; por su parte, los representantes de la Generación del 14 como Juan Ramón Jiménez, León Felipe o Moreno Villa, entre otros, también se sintieron desesperados frente al exilio.
El autor Miguel Hernández fue uno de los hilos que unió la generación anterior, la del 27 y la del 36.
Otros muchos poetas de la posguerra española, aunque sí es cierto que volvieron a España después de ser exiliados, prefirieron permanecer en la penumbra, razón por la cual a este grupo de autores se le recuerda por el nombre de “exilio interior”. Entre ellos destacó Juan Gil Albert, que nació en Alcoy en el año 1906 y murió en Valencia en el 1994 Gil Albert fue uno de los fundadores de la revista titulada “Hora de España” publicada entre los años 1936 y 1938 en la zona republicana del país. Juan Gil Albert regresó de su exilio en el año 1947 y se mantuvo en el anonimato a pesar de hacer algunas publicaciones. En el año 1972 hizo pública una selección de toda su poesía que tituló “Fuentes de la constancia”, los críticos más reputados de la época lo consideraron como uno de los poetas más ilustres de la literatura española de posguerra.