La guerra de los mundos
En el artículo de hoy de nuestro portal de La Guía de la lengua 2000, nos centraremos en el resumen del argumento de la obra titulada “La Guerra de los Mundos”, del autor Herbert George Wells cuya biografía puedes consultar en el siguiente enlace:
La novela comienza cuando el protagonista (y narrador de la historia), un escritor londinense de artículos de ciencia, cuyo nombre nunca aparece en la novela, es invitado por un astrólogo llamado Ogilvy a visitar su observatorio en Ottershaw para estudiar unas extrañas luces que se acercaban a la tierra desde hace tiempo. Allí descubren además que en Marte están sucediendo unas extrañas explosiones.
Descubren que cerca del observatorio ha caído una de esas intrigantes luces, pero para su sorpresa, se dan cuenta de que no era una luz, sino un gran cilindro metálico en el que se apreciaba que contenía algún ser en su interior.
Rápidamente nuestro protagonista fue a pedir ayuda a un periodista amigo suyo, Henderson, pero nadie les creyó.
Al día siguiente descubre a decenas de personas intrigadas alrededor del cilindro cuando, de pronto, del cilindro salen dos seres o artefactos que comienzan a atacar a todo el mundo.
El protagonista huye del lugar para poner a salvo a su mujer con su familia. Y al regresar a su casa descubre que los alienígenas estaban construyendo unas máquinas de guerra de unos 30 metros de alto, con grandes tentáculos, parecidos a trípodes, los cuales capturaban a los humanos en unas grandes cestas.
Durante el ataque, nuestro protagonista ayudó a un soldado que huía de una de estas máquinas. Éste le contó que esas máquinas arrasaban todo a su paso y que también estaban atacando la zona donde se encontraba la esposa del protagonista.
Juntos, intentan escapar del ataque alienígena, pero se separan al llegar al río Támesis donde el ejército inglés consigue abatir a una de esas máquinas. El artefacto alienígena cae sobre el río provocando una gran explosión, donde casi muere nuestro protagonista, destrozando por completo una iglesia.
El protagonista consigue salir de allí y junto con un cura, que también intenta sobrevivir, se ponen a salvo en lugar seguro, pero descubren otra arma que utilizan esas máquinas, un humo negro que mata a todo al que lo inhala.
Nuestro protagonista hace un inciso para contarnos cómo su hermano se encuentra entre las multitudes que el ejército está evacuando en Londres. El cual recibe una tremenda paliza al intentar ayudar a dos señoras a las que intentaban robar su coche. Pero él, junto a las dos señoras, muere al estallar el puerto donde estaban realizando las evacuaciones.
Volviendo a nuestro protagonista, junto al cura, descubren que los humanos capturados sirven de alimento a los alienígenas extrayéndoles toda la sangre.
El cura, horrorizado por lo que ve, comienza a comportarse como un demente gritando sin parar. Nuestro protagonista temiendo ser descubierto deja inconsciente al cura.
Los alienígenas atrapan el cuerpo del cura pero el protagonista consigue escapar del lugar. En su camino se encuentra con el soldado, y éste le explica que su plan para luchar contra los alienígenas es vivir bajo tierra para plantarles resistencia.
Entonces descubren que todo ha acabado ya que los alienígenas están muriendo poco a poco, ya que no son inmunes a nuestras bacterias y contaminación.
Nuestro protagonista corre hacia su casa y descubre que su mujer está sana y salva.