Medianoche en el jardín del bien y del mal de John Berendt
La novela Medianoche en el jardín del bien y del mal publicada por el escritor estadounidense John Berendt en 1994 figuró durante varios años entre los libros más vendidos en Estados Unidos a finales del siglo XX. Tanto que incluso su trama se trasladó al cine de manos de un director tan emblemático como Clint Eastwood que filmó una película con el título homónimo.
John Berendt además de novelista se ganaba la vida como periodista freelance para diversas publicaciones. Y fue por motivos de trabajo como conoció la localidad de Savannah en el estado de Georgia donde se desarrolla la novela. Aquel lugar donde conoció a gente de lo más variopinta le fascinó, tanto que desde Nueva York se trasladó allí a vivir y fue como se sumergió en profundidad dentro de esa sociedad que tan bien nos presenta en su libro.
Tal y como confesó, hay partes del libro donde suavizó la realidad o que incluso se la inventó, pero de manera esencial el relato se basa en personajes que conoció realmente. Hasta se dice que hubo muchos que se le presentaban en persona para acabar figurando en su libro.
De esta manera nos presenta un gran retrato de esa hermosa población georgiana. Un sitio de arquitectura colonial y tradiciones del sur donde habitan desde gente adinerada y de costumbres aristocráticas hasta drogadictos o chaperos. Además nos muestra también la importancia de la música y de los clubs de jazz, o los ritos de vudú perfectamente asentados entre las creencias locales. Sin olvidar la presencia de personajes de lo más variopinto y sugerentes que le dan al relato cierto tono surrealista e incluso mágico.
Pero no es simplemente una descripción de esa urbe sureña. Todo se ambienta durante la investigación y el posterior juicio de un crimen que conoció el propio Berendt durante su estancia. Se trata de un suceso en el que un rico y caprichos coleccionista de antigüedades mató a su joven amante. Una relación un tanto oscura en la que se integran las drogas y la homosexualidad.
Nos da todos los pormenores del suceso, y Berendt se convierte en un personaje más, representando su propio papel de periodista, ya que compaginaba su labor de escritor con la de freelance para publicaciones tan prestigiosas como New York Times o Esquire.
Es cierto que cambió ciertos nombres para proteger algunas identidades y también se permitió licencias artísticas para hacer más atractivo y dinámico el relato, pero básicamente todo lo que cuenta es lo que él conoció en esa ciudad. La cual por cierto incrementó bastante el número de visitantes tras el éxito de la novela y la posterior película protagonizada por destacadas figuras de Hollywood.