Suave es la noche de Scott Fitzgerald
El estadounidense Francis Scott Fitzgerald se encargó de convertirse a sí mismo en un personaje casi literario, él alimentó su leyenda. Y sin duda alguna, su vida y su biografía están perfectamente reflejadas en sus libros. Desde el primero hasta el último. No quiere decir que sus protagonistas sean el propio autor, pero es verdad que siempre hay bastante de él.
Evidentemente el caso más sintomático se ve en El Gran Gatsby que nos habla de un tipo seductor, rico y vividor. Algo que el propio Scott Fitzgerald experimentó desde la publicación de su primera obra en 1920, A este lado del paraíso. Y de hecho el enorme éxito de esta y posteriormente de El Gran Gatsby hizo que viviera en primera persona todo el glamur y derroche de los felices años 20 que tan bien supo describir en sus obras.
Él mismo era consciente de que aquello no podía durar eternamente. Y así fue, tanto a nivel social como la llegada del crack de 1929, como a nivel personal cuando comenzaron sus problemas con el alcohol y la enfermedad psiquiátrica de su amada Zelda.
Pues bien ello se ve perfectamente reflejado en su obra Suave es la noche, publicada en 1934, pero en la invirtió varios años de trabajo. Y para muchos tal vez sea su relato más autobiográfico.
Nos presenta al psiquiatra Dick Diver, que por un lado quiere curar la esquizofrenia de su esposa Nicole, y por otro está apasionado por su relación con la joven Rosemary. En esa dicotomía se mueve el protagonista, y poco a poco él mismo se va hundiendo, hasta llegar a lo que se describe como una “bancarrota emocional”.
Lo cierto es que vemos como un exitoso médico va a acabar llevando una vida mediocre en el Estados Unidos más profundo y anónimo. Y de alguna forma está claro que no es una autobiografía como tal del propio Scott Fitzgerald, pero los paralelismos con su vida están muy claros.
Por un lado la enfermedad de la esquizofrenia de su esposa, y por otra su propia ruina económica, tras años de esplendor. Además de que la publicación de esta obra no ayudó a recuperar sus finanzas, ya que se trata de un relato que cambia de registro, respecto a sus más glamurosos libros anteriores, y además salió a la luz en un momento en que la venta de libros no andaba demasiado boyante.
Sin embargo, con el paso del tiempo la gran mayoría de los críticos se ponen de acuerdo al decir que la prosa de Scott Fitzgerald es mucho más rica y emocionante en estos libros de madurez, que en sus primeros y exitosos libros.