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Tom Sharpe y su personaje Wilt

Publicado por A. Cerra

En diferentes ocasiones el autor británico Tom Sharpe (1928 – 2013) ha sido considerado como el novelista más divertido de nuestro tiempo. Y todo ello, gracias principalmente a su personaje más célebre, Wilt, que apareció en una primera novela homónima en el año 1976 y que a partir de entonces va vuelto a protagonizar otros títulos del autor como La tribulaciones de Wilt, ¡Ánimo Wilt!, Wilt no se aclara o La herencia de Wilt.

Y además de todas esas secuelas, este mismo personaje ha inspirado varias películas, cómicas obviamente, e incluso su autor vio como en sus últimos años, cuando residía en España, también Wilt se convertía en una obra de teatro.

Pero, ¿quién es Wilt? Pues básicamente es una especie de farsa que refleja no solo al propio Sharpe, sino a todos sus lectores, ya que él y su entorno muestran con el humor irreverente típico de las islas británicas y con un punto de vista distorsionado nuestra sociedad. Y de alguna forma el mensaje, más que crítico con nuestro tiempo, es que seguramente no nos hemos de tomar demasiado en serio.

Tom Sharpe se propuso escribir un libro que hiciera reír y lo consiguió. Para ello recurrió a un tipo que da clases en un Instituto Politécnico, donde siempre le niegan un ascenso y tiene que enseñar humanidades a jóvenes que se forman profesionalmente. Es decir, que les imparte clases de algo que no les interesa, lo que provoca que su trabajo tampoco le interese a él.

De hecho, tras el trabajo solo se preocupa por la televisión, alimentarse, dormir y soñar en cómo asesinar a su esposa, la inefable Eva, aficionada a todo lo oriental, lo snob y a humillar a su marido. Esos son los cimientos de este matrimonio al que coloca en situaciones de lo más cómicas.

Todas ellas son situaciones que permiten al autor burlarse de prácticamente todo, desde las instituciones a las actitudes más mediocres, desde la cultura postmoderna hasta las creencias religiosas, desde la sociedad burguesa hasta las pasiones sexuales. En fin, de todo, por muy común que sea, de manera que cualquier lector se ve reflejado en ese mundo que nos cuenta y es imposible no reírse de ello, a veces a carcajadas.

Y lo logra, pese a que Henry Wilt no deja de ser un personaje mediocre, tanto como cualquiera de nosotros, sus lectores. En definitiva, un libro que aunque se ambiente inglesa en la sociedad de hace ya unas cuantas décadas, siempre está de actualidad, como ocurre con todos los clásicos. Y es que en este caso, Tom Sharpe escribió un verdadero clásico de la literatura del humor.