Variedad diafásica
A la hora de estudiar cualquier lengua o idioma no se estudia exclusivamente la morfología y las normas ortográficas, sino que también se asimila su vocabulario. En el caso de estudiar la asignatura de lengua y literatura, el léxico que se empieza a aprender es el propio del campo de la lingüística como: fonema, monema, sintaxis, lexema, prefijo, sufijo, etc. Si, por otro lado, nos dedicamos a estudiar la asignatura de matemáticas, ocurrirá exactamente lo mismo, aprenderemos un léxico específico de este tema como: hipotenusa, raíz cuadrada, parábola, logaritmo, abcisa, etc.
En contextos diferentes a los académicos, como el social, el lenguaje empleado por grupos de personas concretos tendrá un léxico característico y será utilizado en situaciones muy concretas que, sólo los que pertenecen a esa comunidad serán capaces de interpretarlo. Es el caso del vocabulario utilizado por las personas de la calle como: camello, birra, pasma, chorizo, colega, etc.
El lenguaje propio del mundo taurino sería el de verónica, maestro, tercio, toriles, rejoneo, muleta, estoque, capote, montera, barrera, tendido, albero, etc.
El vocabulario específico de algo que en la actualidad está en alza, el de los blogs de moda, también estaría compuesto por su propio léxico como: print animal, fashionista, trench, trend, in, out, denim, etc.
Como puedes ver, dependiendo del grupo social, intelectual o de cualquier otra categoría que seas capaz de distinguir, existirá un léxico propio que conocerán y utilizarán con naturalidad sólo aquellas personas que pertenecen a ellos.
Estas modalidades léxicas, que pertenecen a unos determinados grupos sociales o sectores de la población, tienen como nombre variedades diafásicas. El uso que se hace de cada una de estas variedades diafásicas del lenguaje es, como ya hemos mencionado con anterioridad, casi cerrado, críptico, para aquellas personas que pertenecen a ese grupo social. La creación de estos grupos puede generarse por dos tipos diferentes de necesidades:
– Necesidades de precisión conceptual.
Este tipo de variedad diafásica se daria en aquellos sectores del saber y de las profesiones. El léxico utilizado en estos campos en la maoría de los casos se generaliza a todos los grupos sociales y llega a considerarse como lenguaje común y no específico. Ejemplos claros de este caso serían por ejemplo, el campo de la informática (disquetera, ratón, cd, dvd) o el de la medicina (colesterol, tensión, azúcar, fiebre, etc)
– Necesidades de ocultamiento o de identificación.
El vocabulario perteneciente a esta variedad diafásica es el de los grupos de carácter social marginal, como por ejemplo, los delincuentes. Éstos utilizan un vocabulario específico como el de trena para referirse a la cárcel, julai para una persona que es muy fácil de engañar, o bofia para la policía, entre otras. También entran en esta categoría grupos juveniles fuertemente diferenciados. El vocabulario que utilizan este tipo de comunidades se denomina jerga.
Es importante comentar que el caló, también llamado romaní, es una lengua indoeuropea que utiliza la comunidad gitana, que no puede considerarse una jerga. De hecho, es la responsable de aumentar el léxico español con términos tan usualmente utilizados como chirona, pinrel, chaval, cate, camelar y paripé, entre otras.