Carlo Goldoni
El autor italiano Carlo Goldoni (1707 – 1793) va a proponer una rotunda renovación en el tipo de teatro a escribir y representar en el país transalplino durante el siglo XVIII. Y lo va a hacer con un conjunto de obras teatrales en las que siempre hay un personaje muy destacado. Y es no es otro que la ciudad de Venecia.
Sin duda, la ciudad de los canales en el Véneto es una de las urbes más escenográficas que uno se pueda imaginar. Pero a diferencia de las famosas vistas que hace Venecia un pintor contemporáneo suyo, como es Canaletto, Goldoni opta por aspectos venecianos más íntimos.
Elige para sus obras de teatro las callejas, pequeños canales y plazuelas más ocultas, y fuera de la imagen más tópica de un turismo que por entonces ya era incipiente allí. Así que la renovación que propuso este autor era crear un teatro más realista y cercano a lo cotidiano de la población corriente. Es decir, unas temáticas, unas ambientaciones y también un lenguaje muy alejado de las formas más engoladas de las obras teatrales de los autores anteriores.
Decimos que el lenguaje es diferente, para empezar porque todas sus obras son escritas prácticamente en prosa. Y cuando aparece la poesía, la incluye compuesta con versos simples. Además en sus obras, Goldoni va alternando el italiano más oficial, con el dialecto que se habla en Venecia.
Lo cierto es que este escritor redactaba él mismo las obras, pero sobre todo era un director de teatro y un escenógrafo. Por lo tanto, la lectura de sus libros no da una idea de su dimensión, ya que el valor de sus creaciones solo alcanza todo su esplendor sobre un escenario.
De hecho entre sus distintas obras, como por ejemplo La posadera, Las riñas de Chioggia, El café, El teatro cómico o La viuda lista, en realidad va repitiendo una misma fórmula. Tanto que si se leen de forma continua, uno puede tener la sensación de que los personajes de cada una de ellas son intercambiables entre sí. Con la diferencia de que los va colocando en diferentes enredos y tramas, que aún así tienen lugar en escenarios y ambientes semejantes, evidentemente de Venecia.
Lo cierto es que ver una obra de Goldoni tiene su interés, pero en cuanto a su papel en la historia de la literatura, ya no universal, sino sencillamente italiana, es un autor que se convierte en una isla. Por una parte, su idea de renovación y de apego a la realidad, le hace diferenciarse por completo de los escritores anteriores. Pero por otro lado, en sus obras no se anticipa en absoluto a lo que va a llegar, o sea el Romanticismo. Y eso que incluso estuvo trabajando en París mucho tiempo y conoció a personajes relevantes de la cultura de su tiempo.