Comunicación literaria
En el artículo de hoy nos vamos a centrar en cada una de las principales características que la comunicación literaria tiene. Éstas son las siguientes:
– En primer lugar hay que subrayar que la comunicación que se establece en una situación normal no tiene tantas dificultades como las que sí se presentan en la comunicación literaria. Estos problemas vienen dados por que el emisor/autor no conoce al receptor/lector y, por lo tanto, su acto comunicativo no está orientado específicamente a nadie concreto. Además también existen diferencias en el espacio y en el tiempo entre ambos e incluso pueden pertenecer a diferentes culturas.
-Por otro lado, los códigos sobre los que se rigen autor y lector no son iguales, es decir, para que una obra determinada sea perfectamente interpretada, es de gran utilidad conocer el contexto cultural, histórico y social del autor, por lo tanto, cuanta mayor información de cualquier tipo tengamos de éste, más completa será la interpretación del mensaje literario. Pero para ello hay que conocer el sistema concreto que tiene el código literario y sus reglas:
a) La intención es de naturaleza estética.
b)El mundo construido por el autor está separado de la realidad.
c)Es común el uso de connotaciones y la polisemia.
d) A la hora de analizar la obra será necesario hacerlo de manera independiente y autónomo.
-Con respecto al mensaje, está vinculado en un tiempo, espacio y una situación sentimental determinados del autor.
-En el momento de realizar la codificación de la obra, hay que resaltar siempre la esencia cultural y social que el autor plasma y también los factores inconscientes y biográficos ya que muchas veces gracias a este proceso la obra siga viva después de pasar siglos.
– En el contexto y el referente, por su parte, existen circunstancias especiales. Y es que el contexto debe ser suficiente para dar a la obra una explicación suficiente. El referente es imaginario, no real, sin embargo puede basarse en las experiencias y sentimientos del autor.
No debemos caer en el error de pensar que la obra es independiente del autor ya que en muchas ocasiones ésta cuenta experiencias personales y biográficas de éste. En las obras, por ejemplo, de Benito Pérez Galdós, Pío Baroja o Miguel de Cervantes, la mayoría de sus personajes existieron en su círculo social. Sin embargo, en los documentos de Bécquer y Garcilaso lo que se muestra sin ningún tapujo es la situación emocional en la que se encontraban éstos en el momento en el que fueron escritos.
En cualquier caso, siempre habrá que tomar en consideración que existe ambigüedad a la hora de hacer diferentes interpretaciones.
– Por último, el mensaje literario puede ser transmitido a través de diferentes canales como son el ordenador o el vídeo, aunque sin duda, el primordial es y será siempre el libro escrito. Eso sí, si nos remontamos a la Edad Media, las obras se transmitían de unos a otros a través del lenguaje oral, aunque gracias a aquellos que los plasmaron en un medio escrito, en la actualidad hemos podido acceder a ellos.