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Crítica literaria

Publicado por Lourdes

criLas críticas literarias se refieren a los distintos puntos de vista desde los que puede ser valorada una obra.

Aristóteles y Horacio consideraban la literatura como el medio por excelencia para adoctrinar moralmente e imitar a la Naturaleza. Esta crítica literaria que podríamos denominar «CLÁSICA» continuó hasta el movimiento del Romanticismo de principios del siglo XIX. Para la crítica ROMÁNTICA, la literatura podía ser considerada como el espejo del alma del escritor, es decir, que con sus obras, el autor reflejaba sus pensamientos y sensaciones más íntimas como sus preocupaciones, sus fantasías, sus miedos, sus alegrías, etc. Contando con todos estos datos, el trabajo que el crítico debe hacer es averiguar a través de éstos su entorno cultural y social.

En la mitad del siglo XIX, aparece la corriente POSITIVISTA que defiende todo lo contrario a la crítica romántica. Y es que esta corriente es totalmente científica y lo que cree es que toda obra literaria es consecuencia de algún proceso biológico y social.

A finales del siglo XIX surgió la corriente IMPRESIONISTA la cual es contraria al positivismo y aboga por que cada uno puede interpretar una obra literaria de manera subjetiva y ésta no tiene por qué ser igual que la de otra persona, ya que la interpretación es libre pues dependiendo de la situación actual en la que te encuentres o las experiencias que hayas vivido, una obra te puede evocar una cosa u otra. Incluso una misma persona puede interpretar una misma obra de diferentes maneras en función de la época en la que la valore.

En el siglo XX se crea la corriente SOCIOLÓGICA que viene de la mano de la impresionista. Esta crítica le da importancia sobretodo al entorno social del autor y a su contexto. Las ideas ideológicas que defiende también son importantes y de ahí que la obra de su crítico más influyente György Lukácks, estuviera basada en el marxismo.

Desde el año 1914 hasta el 1930, apareció e Rusia la corriente denominada FORMALISMO RUSO cuyo máximo representante fue Jakobson. Este movimiento era contrario al impresionismo y a la corriente sociológica. Uno de los conceptos que el formalismo ruso creó fue el de la «literalidad», es decir, el texto es la única parte que se tiene que analizar en una obra. O sea, que ni el contexto social, ni el entorno familiar, ni el contexto histórico en el que se desarrolló la vida del autor tienen que tenerse que tener en cuenta a la hora de analizar una obra literaria. La forma es lo más importante y será ella la que conduzca la mente del lector hacia una interpretación o a otra.

Dentro de esta perspectiva existe también el ESTRUCTURALISMO que considera que no todos los aspectos formales tienen la misma relevancia sino que hay una estructura interna.

El NEW CRITICISM sigue ligado a estas últimas corrientes formales pero niegan que haya separación entre forma y contenido.

Por último, en Europa apareció la ESTILÍSTICA que defiende al estilo, a la forma de escribir y expresarse del autor como lo más importante de una obra literaria.