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Dramaturgos novecentistas

Publicado por Aroa Plaza

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En la sección de literatura de La Guía 2000, inauguramos este nuevo años con un artículo dedicado al teatro y, concretamente, a aquel teatro que escribieron en España los dramaturgos novecentistas. Así que, sin más dilación, comenzamos:

Dentro del grupo de dramaturgos novecentistas desempeña un papel especial el escritor Jacinto Grau. Este dramaturgo no se encuentra de acuerdo con la realidad del teatro del momento, que se halla acomodado y comercializado, y por ello pretende crear un tipo de teatro de carácter poético con tintes filosóficos repleto de imaginación. Este teatro no estará dirigido a la gran mayoría debido a su perfil intelectual y a estar escasamente representado.

Inicialmente, Grau desea restituir la tragedia y lo hace mediante un tipo de tragedia acontemporánea que no consigue conectar con el público. El lenguaje empleado es un lenguaje poético que hace que la prosa resultante se vea estilizada.

Después, Jacinto Grau se dedica a la implantación de un teatro de tipo político-social que se materializa plenamente en obras como El tercer demonio, del año 1908, e Ildaira, de 1917. En este teatro tiene una importancia especial la obra El señor de Pigmalión, del año 1921, una farsa tragicómica donde se observa ya esa propensión a la conceptualización que se encontrará permanente en sus obras siguientes. El señor de Pigmalión es una obra que tuvo una gran repercusión en los escenarios europeos, incluso antes de ser estrenada en España. Es un drama en el podemos observar la influencia de grandes como Miguel de Unamuno o Pirandello, con una gran potencia teatral y una fuerte carga simbólica.

A Jacinto Grau uno de los temas que mayor atracción le producía era el tema del Don Juan y así se hace patente al ser el tema central de dos de sus piezas teatrales: Don Juan de Carillana, del año 1913, y El burlador que no se burla, de 1927. La última de ellas muestra una serie de acciones sin conexión donde se ofrecen rasgos del carácter de este Don Juan. La obra se encuentra influida por el expresionismo alemán. Su actividad creadora se cierra tras una fase de menor interés con tres obras relacionadas con la de Pigmalión: Las galas de Don Telesforo; Bibí Carabé y El infierno se está mudando.

Otro de los autores representativos en este teatro es el autor Ramón Gómez de la Serna, su obra teatral representa un ansia renovadora, y aunque la mayor parte de sus obras no llegaron a representarse, esa búsqueda de lo nuevo lo hace imprescindible para este teatro.

Entre los años 1909 y 1912 crea 17 pequeñas obras en las que se observan elementos simbolistas, modernistas y, también, dadaístas y presurrealistas, a los que acompaña un pansexualismo que puede verse como la respuesta de Gómez de la Serna al puritanismo y a la vulgaridad de una sociedad burguesa. Después de un largo parón, de la Serna estrena en 1929 la obra Los medios seres, cuyos protagonistas incompletos buscan la plenitud. Su última obra también ostenta un carácter alegórico, es la llamada Escaleras, de 1935.

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