Fortunata y Jacinta
En nuestro artículo de hoy trataremos el argumento de la novela “Fortunata y Jacinta”, escrita por Benito Pérez Galdós en 1886.
La historia nos sitúa en el Madrid de finales del siglo XIX, donde Juan Santa Cruz, un joven de familia adinerada visita la casa de su amigo Plácido Estupiñá. Allí conoce a una joven de familia humilde llamada Fortunata. Ambos se enamoran, pero después de un tiempo, Juan termina por cansarse de ella y acaba dejándola.
La madre de Juan, cansada de los vaivenes amorosos de éste, decide casarle con Jacinta, prima de Juan. Ambos se casan, pero al pasar el tiempo, comienzan los problemas en la familia, ya que Jacinta no consigue quedarse embarazada.
Un tiempo después, Ido del Sagrario, un mendigo del que se intenta burlar Juan, engaña a Jacinta contándole que Juan tuvo un hijo con Fortunata, y él sabe dónde se encuentra el niño. En ese momento Jacinta ayudada por una vecina llamada Guillermina Pacheco, acuden a la búsqueda del pequeño y se lo compran a su tutor, José Izquierdo. Jacinta se lo cuenta a Juan y se da cuenta de que todo ha sido una farsa, ya que Juan le confiesa que si tuvo un hijo con Fortunata, pero éste murió. Entonces deciden abandonar al niño comprado en un Orfanato.
Mientras, Fortunata es acogida en Madrid en casa de Feliciana, una amiga suya, después de tener varios amantes. Allí conoce a Maximiliano un joven que se enamora de ella y deciden casarse.
La familia de Maximiliano acepta la boda con la condición de que Fortunata pase un tiempo en un convento para reformarse. En el convento Fortunata, entabla amistad con una monja llamada Mauricia, y se auto convence de que casarse con Maximiliano es su mejor opción y poco después se casan.
Juan, al enterarse de que Fortunata vivía en Madrid, decide mudarse con Jacinta a la casa de al lado. Poco después Jacinta engaña a su marido con Juan y abandona a Maximiliano. Pero un tiempo después comienza a cansarse de nuevo de Fortunata, y al enterarse Jacinta de su aventura, decide abandonarla otra vez.
Un tiempo después, Fortunata mantiene una relación con Evaristo Feijoo, un militar retirado mayor que ella. Después de un tiempo felices, acaba ayudando a Fortunata para que Maximiliano y su familia la perdonen y vuelva con ellos.
Fortunata es aceptada por Maxi, y se muda junto a éste y su tía Doña Lupe a otra casa cerca de la farmacia donde trabajaba Maxi. Tiempo después maxi comienza a enfermar dándole brotes sicóticos en los que cree ser envenenado por su tía y engañado por Fortunata.
Poco después acude al convento, al enterarse de que Mauricia se estaba muriendo. Allí se encuentra con Jacinta y Guillermina, ya que éstas también conocen a Mauricia. Es entonces cuando comienza una pelea entre ambas.
Poco después comienzan de nuevo las relaciones entre Fortunata y Juan, quedándose embarazada y abandonada de nuevo por éste. Es entonces cuando Fortunata decide volver a su antigua casa con su tía.
Un tiempo después Fortunata da a luz, y la familia de Juan y la de Maximiliano acuden con el interés de quedarse al niño.
Después del parto Maxi acude a casa de Fortunata para decirle que Juan tenía una aventura con Aurora, la hija del Jefe de Maxi. Es entonces cuando la salud de Fortunata empeora y Maxi intenta convencer a Fortunata de que mate a ambos, llegando a comprar incluso una pistola.
Maxi es encerrado en un manicomio por su familia a consecuencia de su locura y Fortunata muere. En su testamento entrega la custodia de su hijo a Jacinta y Juan confiesa a su esposa que el hijo es suyo.