La Regenta
Una vez que hemos estudiado la biografía y obra general del escritor Leopoldo Alas “Clarín” (puedes consultarlo en el siguiente enlace: Leopoldo Alas “Clarín”), hoy nos paramos a estudiar con mayor detenimiento su obra más conocida: La Regenta.
Como ya señalamos anteriormente La Regenta es una de las dos obras de larga extensión que escribió Clarín. Ha sido considera su obra cumbre y una de las novelas mejores novelas del siglo XIX en España. Su importancia para nuestra literatura se equipara a la de la novela de Benito Pérez Galdós Fortunata y Jacinta e, incluso, se ha hablado de ella como la novela que sigue en relevancia al Quijote de Cervantes.
En esta novela Clarín cuenta la historia de Ana Ozores, una joven y bella mujer casada con un anciano que atrapada en un mundo de deseo comete una infidelidad que la colocará en el punto de mira de la sociedad de Vetusta, que en realidad es la ciudad de Oviedo.
Estructuralmente la obra es sencilla y se divide en dos partes:
– La primera parte está compuesta por los quince primeros capítulos. En ellos tan solo transcurren tres días y se presenta a los personajes con un ritmo lento y calmoso.
– La segunda parte también está formada por quince capítulos, pero en esta ocasión transcurren tres años. Es estos capítulos donde sucede la acción de la novela hasta llegar al desenlace y, por tanto, el ritmo es más rápido.
Una de las virtudes que Clarín muestra en la creación de esta novela es su capacidad para caracterizar a los personajes. El personaje protagonista, Ana Ozores, aparece dibujado como un personaje sensible y soñador. Vemos a Ana como una mujer que arrastra una vida desgraciada desde su infancia y que se debate entre lo religioso y lo sensual, atrapada por la rutina y el matrimonio. Es una mujer a la que la vida solo le ha dado insatisfacción. Junto a este personaje femenino, otro que aparece perfectamente perfilado es de Fermín de Pas, un sacerdote que se sirve de la religión para alcanzar sus deseos. Dominado por la ambición intentará poseer a la protagonista, pero será otro hombre, Álvaro Mesía, quien llegue hasta ella.
Pero en la obra encontramos otra protagonista todavía aún más importantes, esta es la ciudad de Vetusta. El autor se centra en hacer una crítica al ambiente provinciano en el que el aburrimiento y la envidia hacen del cotilleo un modo de vida. No se librarán de esta crítica la iglesia, la burguesía ni las clases altas de la sociedad de Vetusta.
Todos estos componentes hacen de La Regenta una obra completa e irrepetible. Además, Leopoldo Alas introduce algunas nuevas técnicas narrativas que la hace todavía más llamativa para la crítica y el público en general; como por ejemplo, la técnica del monólogo interior, el uso de distintas perspectivas, las descripciones impresionistas y la utilización ya de rasgos naturalistas como la presentación de la realidad cruda, sin adornos. A todo esto le acompaña un empleo exquisito del lenguaje, rico, variado y riguroso.