Juan Goytisolo
Se ha dicho de Juan Goytisolo que es el escritor narrativo más relevante de su generación, la Generación del medio siglo. Goytisolo es un hombre intelectual que no solamente se dedica a la narrativa, sino que también cultiva con notable éxito el ensayo contribuyendo a la formación de la estética imperante en la mitad del siglo XX.
Además de su contribución a la literatura, Goytisolo también fue un crítico social y político. Su compromiso con la justicia social y la libertad de expresión se refleja en su obra y en su vida personal. Fue un defensor acérrimo de los derechos humanos y utilizó su pluma para denunciar las injusticias y la opresión.
Su obra Problemas de la novela, del año 1959, se convirtió en una de las guías técnicas de construcción de novelas del momento y en El furgón de cola, de 1967, se puede conocer la transformación que se produjo en su concepción artística. Podemos, pues, señalar dos etapas en su trayectoria literaria:
Las obras Juegos de manos, de 1954, y Duelo en el paraíso, de 1955, son las primeras novelas escritas por Goytisolo. Estos dos libros se sitúan en una sub-etapa dentro de la primera ya que, aunque si muestran un compromiso ético con el mundo que los rodea, se observa un fuerte subjetivismo que aporta una visión lúdica y evasiva de la realidad.
En 1969, Goytisolo se exilió a París, donde vivió durante muchos años. Este exilio voluntario fue una respuesta a la censura y la represión del régimen franquista en España. Durante su tiempo en París, Goytisolo se convirtió en una figura central de la literatura española en el exilio y su obra se volvió cada vez más política y crítica con la situación en España.
En Juego de manos el escritor cuenta el endeble de unos airados jóvenes con la política, que no representa más que una tendencia en la época. Ya en esta primera novela se encuentra el pesimismo propio de Goytisolo que acabará en ese nihilismo que domina sus últimas obras. La acción de Duelo en el paraíso transcurre durante los últimos días de la guerra civil y hace pensar al lector en cómo afectó esa guerra a los jóvenes que aún no tenían edad para luchar.
La segunda sub-etapa que hallamos en esta primera etapa se vuelve más clara en sus objetivos, persigue la creación de una novela crítica y política, y evoluciona en la técnica hacia un total objetivismo.
La novela El circo, de 1957, será la obra puente que una ambas etapas.
Fiesta y La resaca son dos novelas del año 1958 que representan perfectamente los cánones de la segunda etapa literaria de este autor. Junto con la novela El circo, constituyen una trilogía titulada El mañana efímero y aunque no poseen una unidad argumental, sí que comparten la intencionalidad. Las tres se desarrollan en el mundo obrero y los suburbios y se producen de manera simultánea, aunque escasas veces su personajes se reúnen.
Goytisolo era un hombre intelectual y perteneciente a una clase social acomodada y, por tanto, su visión del mundo obrero no podía ser del todo auténtica. Esto llevó al escritor a renunciar a esa temática y ocuparse de otras más cercanas a su clase social. De este modo, en la novela La isla, de 1967, cuenta la vida de unos personajes de clase social acomodada que veranean en la Costa del Sol con la intención de realizar una denuncia de los comportamientos burgueses. Similar en la intención es la obra Fin de fiesta, del año 1962. Ambas novelas están dominadas por el objetivismo y el autor cede la voz de narrador a uno de los protagonistas de la historia.
En el año 1966, Goytisolo comienza la “Trilogía de Mendiola” que estará formada por los libros: Señas de identidad, de 1966; Reivindicación del conde don Julián, de 1970; y Juan sin tierra, de 1975, donde el autor abandona el objetivismo y abraza el subjetivismo. Otras novelas del autor son Makbara, de 1980, y Paisajes después de la batalla, de 1982.
En sus últimos años, Goytisolo continuó escribiendo y publicando, aunque su producción se volvió más esporádica. Su obra final, El exiliado de aquí y allá, publicada en 2008, es una reflexión sobre el exilio, la identidad y la memoria. En ella, Goytisolo vuelve a los temas que marcaron su carrera y ofrece una visión aguda y lúcida de la condición humana. A pesar de su muerte en 2017, la influencia de Goytisolo en la literatura española y mundial sigue siendo palpable y su legado perdura.