La vanguardia en Hispanoamérica
La renovación de la poesía a principios del siglo XX en Hispanoamérica fundamentalmente corre a cargo de dos grandes poetas, el chileno Vicente Huidobro y el argentino Jorge Luis Borges. El primero de ellos fue la principal figura de un movimiento de las vanguardias llamado creacionismo del que publicaría el manifiesto en el que desarrollaría las principales características de dicho ismo, ya que la poesía creacionista es principalmente una poesía en la que domina la técnica. Este movimiento alcanzaría sus cotas más altas con la publicación del poema Altazor de Huidobro. Por su lado, Borges se orienta más hacia una poesía de tipo ultraísta y busca hacer reflexionar y meditar al lector mediante lo expuesto en sus versos, llegando este a adueñarse de las palabras del escritor. Los libros de poesía más destacados de Borges son los siguientes: Fervor de Buenos Aires, Luna de enfrente y Cuaderno San Martín. En El Hacedor, Borges combinará el verso y la prosa para expresar de modo más contundente cuestiones existencialistas relacionadas con temas como la eternidad y el tiempo.
Uno de los poetas más influyentes, sino el más influyente, en toda la poesía de Hispanoamérica a lo largo del siglo XX, es Pablo Neruda. En sus comienzos, Neruda muestra cierta inclinación hacia el romanticismo y el modernismo, Bécquer y Darío son sus principales fuentes; es la época en la que escribe el libro Crepusculario. Después, a partir de la obra Veinte poemas de amor y una canción desesperada, vemos ya en Neruda una poesía más personal en la que expresa sus sentimientos con un toque dramático, que le hará inconfundible. Aparecen ya en ese momento los rasgos definitorios de su poesía: metáforas, comparaciones, símbolos, tintes surrealistas. La composición más ambiciosa de este escritor es la titulada Canto general, en la que plasma el espíritu del pueblo chileno.
A principios del siglo XX otra de las figuras que destaca en la poesía hispanoamericana es la del escritor peruano César Vallejo, quien sufrió la persecución política a causa de sus ideas. Su primer libro, Los heraldos negros, sigue la línea marcada por escritores como Rubén Darío y Leopoldo Lugones. Después evoluciona hacia la poesía de vanguardia, donde vemos ya un Vallejo que se muestra sombrío y amargo. Su rebeldía, su tristeza, su afán de denuncia de la miseria, etc. se ven en obras como Trilce. Formalmente, este escritor desea libertad y se expresa mediante el uso del verso libre rechazando la lógica establecida por la sintaxis. Más tarde, se trasladaría a vivir a la capital de Francia, lugar donde Vallejo soportaría grandes miserias que se ven reflejadas en su obra Poemas humanos. La Guerra Civil española será también uno de los temas tratados por César y lo hace en su obra España, aparta de mí este cáliz.
Respecto a la poesía mexicana, hemos de señalar a Octavio Paz como el escritor más relevante de la poesía de ese momento. Tras su estancia parisina, el escritor refleja influjos surrealistas y se aleja del tono social abrazando otro más metafísico, que le lleva a pensamientos relacionados con la nada absoluta y donde la poesía es el único refugio posible donde el hombre puede encontrarse a sí mismo. Esto podemos verlo en la obra La estación total.
Por último, nos acercamos a la poesía cubana de principios del siglo XX para hablar del poeta Nicolás Guillén, quien trata el tema negrista y el social. Alguno de los libros de este autor son: Motivos del son, Sóngoro Cosongo, Elegías antillanas o La paloma de vuelo popular. En todos ellos es importante la musicalidad en los versos, el ritmo y las atmósferas relacionadas con lo ancestral.