Manuel Reina
Otro de los autores a destacar del movimiento literario Modernista español, sin contar con los que ya hemos tratado en artículos anteriores Rubén Darío, Manuel Machado y Salvador Rueda, es Manuel Reina. En el post de hoy nos centraremos en explicarte un poco de su vida y obra, pero si quieres consultar los autores anteriormente mencionados no dudes en presionar los enlaces directos que te proporcionamos a continuación:
Manuel Reina nació en Puente Genil en 1855 y murió en Córdoba, en el año 1905. Desde pequeño siempre disfrutó de una buena posición económica. Cuando empezó el bachillerato comenzó a leer a poetas románticos que posteriormente les sirvieron de influencia como Víctor Hugo, Heinrich Heine, José de Espronceda y Gustavo Adolfo Bécquer.
Estudió la carrera de derecho en Sevilla, Granada y Madrid y el primer poema que creó fue publicado en una revista llamada “El Bazar” en el año 1874.
Tuvo un papel importante en la política, pues siempre colaboró de alguna manera en ella, en la política restauradora, el partido de Sagasta y después de Maura, fue diputado e incluso llegó a ser nombrado gobernador civil de Cádiz aunque nunca llegó a ejercer este último puesto pues falleció antes.
Realizó durante muchos años publicaciones en los periódicos que más destacban de la época como: Blanco y Negro, Pepita Jiménez, Ilustración española y americana, La Época, La América, El Córdoba, y sobre todo La Diana.
OBRA DE MANUEL REINA
La temática sobre la que solían tratar los poemas de Manuel Reina giraban en torno a lo cultural y lo existencial.
El primer libro de este autor se titula “Andantes y Allegros” que data del año 1877 refleja que se inspiró en autores como Zorrilla o Gustavo Adolfo Bécquer.
La siguiente obra se llamaba “Cromos y Acuarelas” del año y en ella demuestra todo lo que se centra en la pintura, el color y la música, acercándose, por lo tanto, al modernismo al que más tarde pertenecerá, pues en principio se considera un poeta postromántico.
En la obra posterior del año 1894 llamada “La vida inquieta” utilizará una técnica mucho más sensual, musical y lujosa y en ella se aprecia la influencia de Edgar Allan Poe y Charles Baudelaire.
La excelencia lírica la consiguió con sus siguientes obras como los “Poemas paganos” que trata el tema del mundo clásico de una manera muy exótica, “Rayo de sol y otras composiciones” del año 1897, “El jardín de los poetas” en la que homenajea a poetas de la talla de Homero, Anacreonte, Catulo, Jorge Manrique, Lope de Vega, Luis de Góngora, Pedro Calderón de la Barca, William Shakespeare, José de Espronceda y Víctor Hugo, entre otros, al igual que hizo en la siguiente obra llamada “Robles de la selva sagrada”.