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Prosa latina

Publicado por Pablo

prosa-latina.jpgAl margen de los grandes géneros literarios -como la poesía lírica, la poesía épica y el teatro-, en Roma se cultivó mucho y bien la literatura escrita en prosa. Básicamente, dos fueron los géneros que recurrieron a ella: la historia y la oratoria.

La prosa histórica fue casi siempre apologética, con una clara intención política. Los autores que escribieron obras históricas lo hicieron con intenciones instrumentales, para tratar de justificar o bien la supremacía de Roma sobre algún pueblo conquistado, o bien para postularse a sí mismos de cara a un importante cargo político, o bien para dar su apoyo a una determinada política interna. Para ello seleccionaron los hechos que más les convenían, y escribieron no de una forma objetiva, metódica y científica -al estilo que había iniciado el griego Tucídides- sino manifestando abiertamente y de manera directa sus opiniones sobre el asunto tratado, o bien mediante discursos atribuidos a los principales protagonistas.

Julio César fue el primero de los grandes historiadores romanos. Dada la importancia política del personaje, podemos presuponer que sus escritores no buscaron precisamente la objetividad, sino presentar una versión de los hechos en la que él fuera visto como héroe y salvador de Roma. Es lo que hizo en su primera obra, La guerra de las galias, en la que exalta su papel en la conquista de la Galia. En su segunda obra, La guerra civil, justifica su actuación en la guerra que libró contra Pompeyo.

Salustio, en cambio, fue un historiador mucho más objetivo en el sentido moderno. Seguidor de Tucídides, escribió con un estilo muy enérgico y personal, mucho menos ordenado y sereno que el griego. Aunque trató de ser imparcial en la narración de las guerras y los grandes acontecimientos del pasado, no lo consiguió cuando trató la política contemporánea, en la que no pudo ocultar sus posiciones.

Tito Livio se dedicó a componer una historia completa de Roma, que le ocupó 142 libros. Es la obra canónica especialmente sobre la fundación y los primeros siglos de la ciudad, si bien está escrita desde una posición fuertemente patriótica.

Por último, Tácito escribió sobre la historia más reciente, y lo hace desde una sensibilidad científica muy cercana a la historiografía actual. Se basa en documentación escrita, escribe con rigor y mantiene una firme distancia crítica que le ayuda a no verter sus opiniones sobre los hechos narrados.

Por otra parte, y al igual que en Grecia, la oratoria fue otro género abundantemente cultivado en Roma, dada la importancia de la política y, sobre todo, del derecho, que requería elocuentes abogados. El maestro aquí fue Cicerón, el orador más brillante de la lengua latina.