Teatro convencional
En los próximos cuatro artículos de esta semana nos encargaremos de explicar las características y los tipos de teatro que existieron dentro del arte literario español de después de la guerra civil. Se pueden distinguir dos: el teatro convencional y el teatro de humor. En el artículo de hoy, concretamente, haremos una descripción del primero, no pierdas ni un detalle.
Este teatro convencional tiene como principal característica la de que su uso era para un consumo interior que le daba la mayor importancia a una obra bien hecha, sin perder el sentido benaventino. Además, hacía una crítica moderada de la clase media orientándose al teatro de comedia o al de tesis. Para ello lo que hacían era presentar los problemas morales o sociales reflejando unos valores determinados.
La época en la que se desarrolló este teatro, como ocurre en cualquier arte, influyó en el teatro convencional del género dramático de la época generando unos caracteres dramáticos concretos que fueron los siguientes:
– Se olvidó renovar los temas sobre los que se desarrollaban las obras y los aspectos formales de los autores de las Generaciones del 98 y del 27, y se prefirió volver a utilizar las fórmulas realistas y costumbristas.
– Por otro lado, con respecto a los personajes, reflejaban una burguesía acomodada que se desarrollaba en una situación acomodada.
– La temática ronda alrededor de la infidelidad, el adulterio, los valores éticos, el catolicismo y la honradez, que se tratan a modo de ejemplo.
– Por lo que respecta a la estructura formal en la que se componían las obras del teatro convencional español de posguerra había abundancia de diálogos con mucho ingenio, una gran cantidad de «latiguillos» propios del arte literario de Jacinto Benavente repletos al extremo de ironía. Además de todas estas características tan atractivas y complejas, también destacaban las tramas que solían enredarse de una manera armónica y ágil y siguiendo una estructura acentuada.
Uno de los autores de este teatro convencional de la literatura española fue José María Pemán que nació en Cádiz en el año 1898 y murió en el 1981. Dos de sus obras más destacables fueron las tituladas, por un lado, «El divino impaciente», publicada en el año 1933 y, por otro, la llamada «Cuando las Cortes de Cádiz», publicada en el 1934.
Unos años después, cuando la Guerra civil española finalizó, José María Pemán cambió el rumbo de sus obras y optó por orientar sus creaciones a las relacionadas con la exaltación religiosa o histórica. Claros ejemplos de ello fueron las obras tituladas: «La Santa Virreina», publicada en el año 1940 o «Metternich», del año 1942.
En el artículo de mañana continuaremos con el teatro convencional perteneciente a la literatura española de después de la Guerra civil, centrándonos, sobre todo, en sus figuras más relevantes como fueron José María Pemán -a quien terminaremos de analizar-, Joaquín Calvo Sotelo, Juan Ignacio Luca de Tena, José López Rubio, Víctor Ruiz Iriarte y Edgar Neville, por lo que no te lo pierdas.