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Tirso de Molina

Publicado por Pablo

Tirso de MolinaGabriel Téllez, personaje a quien conocemos mejor como Tirso de Molina, dedicó buena parte de su vida a la fe católica. Fijó su residencia, a principios de siglo, en Toledo, donde tuvo la oportunidad de conocer a Lope de Vega. Viajó también a Santo Domingo, lugar donde se dedicó a predicar. Volvió ulteriormente a la península al cabo de unos año y, viviendo en Madrid, fue condenado por el escándalo provocado por sus comedias profanas.

Se trasladó más adelante a Sevilla, donde escribió –probablemente- El condenado por desconfiado y El burlador de Sevilla, dos obras más morales que profanas. Años después volvió a tener problemas con la ley hasta que –parece ser- fue desterrado. Y poco es lo que se sabe de sus últimos años de vida, de los que casi no tenemos noticia.

En su obra dramática se mantuvo fiel a Lope de Vega, del que sólo se distancia por el análisis más profundo de la psicología de los personajes, en especial de los femeninos.

El condenado por desconfiado cuenta la historia de un ermitaño que le pide a Dios que le revele su destino final, inquieto como está por un sueño que ha tenido. Dios le castiga entonces, enviándole el demonio en forma de ángel, quien le dice que su destino será el mismo que el de un bandido de Nápoles. El ermitaño entonces inicia una vida llena de placeres y maldades, y une sus fuerzas con el citado bandido napolitano, hasta que éste es condenado a muerte y aquél asesinado por un grupo de campesinos, sin llegar nunca a arrepentirse de su mala vida.

En esta obra, Tirso trata una de las cuestiones centrales que dividía en su época a católicos y protestantes: el destino de los hombres.

La trama de El burlador de Sevilla alcanzará mayor fama posteriormente, cuando otros autores –como José Zorrilla- logren mayor notoriedad en la construcción del irresistible conquistador Don Juan.

Una de las grandes características del teatro de Tirso de Molina es el protagonismo que otorga a las mujeres, sobre todo en sus comedias de enredos sentimentales. La mujer es protagonista de uan acción en la que se hace pasar por un hombre, muy frecuentemente. Un ejemplo es Don Gil de las calzas verdes, en la que Doña Juana llega a Madrid disfrazada de hombres y haciéndose llamar Gil. La dama, que va en busca de su amor, persigue a Don Martín a pesar de que éste quiere casarse con una dama rica. A través de largas y complicadas tramas, Doña Juana logra su fin y finalmente Don Martín acepta casarse con ella.