Sustantivos primitivos
Como ya sabemos, los sustantivos son las palabras que nos permiten a los hablantes hacer referencia a elementos del mundo real, ya sean estos personas, animales, objetos o ideas. En La guía de lengua llevamos un tiempo dedicándonos exclusivamente a ellos, y como nuestra intención es estudiarlos a fondo y conocer todas sus particularidades y manifestaciones, hemos de adentrarnos con decisión en todos los casos.
Uno de los elementos en los que hemos hecho más hincapié a lo largo de esta serie de artículos es en la división de los sustantivos. Al conformar una lista de palabras casi interminable, tener claro cómo dividirlos o “repartirlos” en grupos es crucial para poder abarcarlos. Así hemos ido pasando por lo que a menudo hemos llamado las “categorías binarias” de los sustantivos: un mismo nombre puede ser propio o común, abstracto o concreto, contable o incontable, etcétera, decíamos.
Pues bien, existen otra clasificación que no funciona exactamente de ese modo binario o dual. Cuando miramos a los sustantivos y los tratamos en función de su origen (de su origen léxico), entonces sí podemos diseñar un cuadro de categorías maestras y repartir a todos los sustantivos en grupos diferentes. Es el caso de los sustantivos primitivos, de los derivados, de los patronímicos, de los hipocorísticos, de los gentilicios, etcétera. Hoy vamos a ocuparnos de los primeros: los sustantivos primitivos.
Los sustantivos primitivos son, como las palabras primitivas en general, aquellos que se componen únicamente de una raíz léxica, o de un lexema. Por alguna razón, estos sustantivos no cuentan con ningún añadido, están “vírgenes” léxicamente. De ellos, por supuesto, se pueden “derivar” otras palabras, y muchas de estas palabras serán también sustantivos, pero cuando esto ocurra ya no serán sustantivos primitivos sino que habrán pasado a ser sustantivos derivados.
Sí es necesario añadir que, si bien decimos que estos sustantivos no cuentan con ningún añadido, si son susceptibles de presentarse a sí mismo portando algún tipo de morfema de género o de número, o bien de ambos. Por ejemplo, serían sustantivos primitivos los siguientes:
mar
pan
niño / niña
lápiz
ojo
jardín
flor
queso
zapato
Como se puede observar, suelen ser sustantivos cortos compuestos por un único lexema o un lexema más un morfema de género o de número. Cuando estos sustantivos se derivan se convierten en estos otros:
marinero
panadería
niñez
lapicero
ojera
jardinero
floristería
quesero
zapatería
Es decir, los sustantivos primitivos son lexemas a los que no se añade ningún otro tipo de morfema que porte significado propio.