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Sustantivos despectivos

Publicado por Pablo

despectivos Los sustantivos, también llamados nombres, son la materia en la que nos hemos adentrado en La guía de lengua desde hace algún tiempo. Queremos comprenderlos bien y ayudaros a que también los comprendáis, y es por ello que habiendo visto ya la mayoría de los tipos de sustantivos que existen, vamos a seguir adentrándonos en algunos casos particulares.

Sabemos ya que los sustantivos se dividen en categorías binarias, es decir, en las cuales existen dos posibilidades y cada sustantivo encaja en una de ellas. Así, sabemos que un sustantivo puede ser o bien abstracto o bien concreto; o bien propio o bien común, o bien aumentativo o bien diminutivo, etcétera.

Cuando hemos hablado de los sustantivos aumentativos y de los diminutivos, hemos dicho que éstos se componían utilizando la raíz original del sustantivo y añadiéndole algún sufijo. Sin embargo, estos sufijos no sólo pueden utilizarse para “agrandar” o “empequeñecer” la apariencia de un sustantivo, sino también para expresar sentimientos acerca del mismo. Y uno de los sentimientos que es más común expresar a través del uso de estos sufijos, es el de desprecio: el que da lugar a los llamados sustantivos despectivos.

Los principales sufijos que nos permiten expresar ese sentimiento despectivo son los siguientes:

-ajo

-ejo

-aco

-astro

-ucho

-uelo

-uzo

Así como sus correspondientes femeninos. Veamos algunos ejemplos de despectivos, siguiendo el orden de los sufijos anteriores:

Papelajo (de papel), Hierbajo (de hierba)

Arbolejo (de árbol)

Libraco (de libro), Animalaco (de animal)

Artistastro (de artista)

Perrucho (de perro)

Hombrezuelo (de hombre), Mujerzuela (de mujer)

Borrachuzo (de borracho)

Aunque no son los únicos. Los citados anteriormente son los sufijos más conocidos y traspasables entre unas palabras y otras, pero existen bastantes más:

Picacho (de pico)

Tontaina (de tonto)

Listillo (de listo)

Señoritingo (de señor-ito)

Bodorrio (de boda)

Tintorro (de tinto)

Casuca (de casa)

Blandurrio (de blanco)

Viejuno (de viejo)

En realidad, los sufijos despectivos, al ser más propios del habla coloquial, se prestan como nadie a las variaciones regionales y sociológicas, existiendo así diferentes despectivos según la zona y el grupo social o de edad en el que nos movamos. Asímismo, muchos de estos despectivos son modismos, y pasan de utilizarse de forma casi generalizada por los miembros de una generación, a ser prácticamente olvidados o vistos como “arcaicos” por los miembros de la generación siguiente.

De la misma manera, ciertos sufijos son gramaticalmente inexistentes y se utilizan sólo para fortalecer la carga despectiva de los sustantivos a los que se unen.