Complementante
Complementante es un concepto empleado en la gramática generativa para definir una categoría gramatical —o categoría funcional— muy similar a lo que la gramática tradicional llamaba conjunción subordinante. Es decir, un complementante es el tipo de palabra que introduce una nueva oración y añade, a su vez, información sobre su posición jerárquica. El término fue introducido por Rosenbaum, en 1967.
Tradicionalmente, la consideración de este fenómeno aislaba las dos oraciones, al igual que la conjunción subordinante. Cada oración se analizaba por separado y la conjunción las enlazaba de una u otra manera. Sin embargo, los estudios actuales suelen concebir a la figura del complementador como el núcleo de un elemento al que llaman sintagma complementante, que a su vez estaría formado por el propio complementador más la oración que éste introduce. Dicha oración actuaría como complemento obligatorio del propio complementante, de forma que no sólo ha cambiado la terminología, sino la consideración misma de la subordinación y de toda la labor conjuntiva.
Valdría preguntarse: ¿a qué se debe dicho cambio? ¿Por qué la gramática generativa considera oportuna esta nueva perspectiva? Es bien sabido que la gramática generativa, inspirada en las enseñanzas de Noam Chosmky, busca establecer principios lingüísticos universales, no reducidos a una lengua determinada. En su búsqueda de pruebas y materiales que les permitan avanzar en sus estudios, estos lingüistas han encontrado nuevas evidencias empíricas sobre el funcionamiento de las partículas conjuntivas complementantes, en una amplia diversidad de lenguas. Dichas evidencias parecen probar la invalidez de la hipótesis anterior, que considera la conjunción subordinada como un elemento ajeno a las oraciones, y atestiguar una nueva explicación: estas conjunciones responden, en todas las lenguas, a los mismos mecanismos que regulan el funcionamiento de un núcleo sintáctico.
Por ejemplo, en español, las oraciones subordinadas van siempre precedidas de una partícula o conjunción que se encarga de marcar su orden jerárquico subordinado. Pero esta posición no es universal. Los idiomas del Asia oriental, como el japonés y el coreano, son lenguas de núcleo final, lo que significa que las oraciones subordinadas vienen marcadas como tales por una partícula que aparece en su parte final. Dicha evidencia prueba la hipótesis anterior: la partícula complementante no es ajena a la oración, sino todo lo contrario, se comporta sintácticamente como su núcleo.
Gracias a este nuevo paradigma lingüístico ha sido posible, a su vez, mejorar la comprensión de otros fenómenos. Sobre todo, ha permitido desarrollar los estudios sobre la estructura sintáctica de las oraciones subordinadas, y explicar qué tipo de función realizan sus nexos subordinantes. Ha explicado también por qué en muchas oraciones interrogativas, exclamativas e imperativas, de muchas lenguas, se invierte el orden tradicional sujeto-predicado: se explica, simplemente, asumiendo que el sintagma complementante debe ocuparse, y es el verbo conjugado quien asume esa función.