Los adjetivos superlativos
Los adjetivos pueden tener tres grados, dependiendo de la intensidad con la los usemos y de si los usamos en forma de comparación o no. Estos tres grados son el positivo, el comparativo y el superlativo. En este artículo vamos a ocuparnos de este último.
El adjetivo en grado superlativo se usa para expresar una determinada cualidad en su mayor intensidad posible. Este tipo de adjetivo puede ser relativo, cuando se establece una comparación tácita con otro grupo de elementos (“el Volga es el río más largo de Europa…”), o absoluto, cuando esa comparación no puede tener lugar (“Juan es único”).
Hay muchas maneras de formar un adjetivo superlativo, sobre todo cuando es absoluto:
Con el uso de adverbios. El adverbio más usado aquí es “muy” (comprar una casa es algo muy difícil”), pero también se usan otros adverbios, sobre todo los terminados en “mente”, por ejemplo:
Comprar casa es sumamente complicado
Ganar el próximo partido será extraordinariamente difícil
Ese amigo tuyo es tremendamente imbécil
Con el uso sufijos, que pueden ser o bien “-ísimo” o bien “-érrimo”:
La casa nos costará muchísimo
La última subida de sueldo ha sido paupérrima
Con el uso de prefijos latinos y griegos, del tipo de “super-”, “extra-”, “mega-”, “hiper-”…
La casa que te has comprado es supercara
Ese chico es extraordinario
Con el superlativo sintético, que sintetiza las expresiones del tipo de “el más grande” o “el mejor”, mediante el uso de “óptimo”, “mínimo”, “máximo”, supremo”, etcétera.
Esa casa es carísima, pero su situación es óptima
Con el uso de otro tipo de prefijos también se forman superlativos bastante próximos al grado absoluto, por ejemplo:
Esta chica está rebuena
Lo que has hecho que me pareció refeo
Estoy requetebien
Este último tipo de construcción superlativa es más usada en América Latina que en España.
Algunos adjetivos de valor adverbial, como harto o largo, también pueden formar superlativos:
Esta tarea es harto difícil
Largo tiempo hace que te fuiste
Por último, los adjetivos relativos se han de formar con las construcciones «el más, la más, el menos, la menos»:
El río más largo de Europa es el Volga
En cualquier caso, hay que tener extremo cuidado con el uso de los sufijos “-ísimo” y -”érrimo” para formar superlativos, pues ambos no son intercambiables y no se pueden unir de forma indiscriminada a cualquier palabra, al menos en la mayoría de los casos. Esto se debe a que el sufijo “érrimo” es una forma culta que enlaza directamente con el latín, donde su uso estaba reservado únicamente a los adjetivos terminados en “-er”, y por eso en la actualidad se monta siempre sobre una raíz latina: libérrimo, pulquérrimo, nigérrimo, acérrimo, etcétera.