El halcón maltés de Hammett
El libro El halcón maltés de Dashiell Hammet publicado en 1930 se puede considerar el inicio de la novela negra. Desde su presentación comenzó a ser un éxito entre los lectores, algo que hizo que pronto la productora de cine Warner comprara los derechos, lo cual se materializaría unos años después con la célebre película homónima de John Houston protagonizada por Humphrey Bogart en el papel protagonista del detective Sam Spade.
La trama nos relata el encargo que este detective tiene de hallar una célebre escultura que representa un halcón que perteneció a la Orden de Malta. A partir de ahí empiezan una serie de aventuras en las que están presentes todos los elementos básicos del género policiaco.
Comenzando por el propio Sam Spade, un personaje desencantado y descreído con la vida, aunque honesto, que se repite en otros muchos detectives literarios. Otro elemento propio de la novela negra es la presencia incompetente de la policía, que además suele ser corrupta en algunos de sus miembros. Por supuesto también aparece una mujer, un auténtico polvorín de emociones y problemas, es decir tratada con la habitual misoginia del género. Y después están los diversos personajes criminales que se van sucediendo.
También es habitual que las tramas tengan un comienzo relativamente sencillo, pero con el paso de las páginas, la aparición de más personajes, y continuos engaños, los casos se van complicando de forma soberana. Tanto que la resolución suele ser verdaderamente sorprendente. Un final que en el caso del Halcón Maltés es de lo más inesperado y no queda claro si alguien o nadie gana algo con esa resolución.
El libro se lee con formidable rapidez, y a ello ayuda la narrativa de Hammett. Él sabe construir personajes reales, basados en arquetipos, pero que son de carne y hueso. De alguna forma, sus personajes van a hacer que otros posteriores de otros autores, con mucho menos talento, sí que sean esos estereotipos. En cambio, en el Halcón Maltés nos presenta personas de verdad, con caracteres complejos.
Y en este sentido sin duda alguna el gran logro es el protagonista, Sam Spade. Un personaje que tiene mucho de su autor. Tiene sus convicciones sobre el ser humano aunque está desencantado del mundo que le rodea. Bebe mucho, es un escéptico, además de muy irónico y tiene un punto romántico bajo su coraza. Ese es otro logro del libro, el romanticismo que envuelve todo el relato. Porque pese a la crudeza del lenguaje que usan los personajes, y también el narrador, bajo todo eso hay una atmósfera romántica muy original y embaucadora.