Barroco inglés
En literatura, el barroco inglés es un movimiento que transcurre a lo largo del siglo XVII, en un contexto repleto de cambios políticos y entre dos guerras civiles. A pesar de todo ello, este siglo es una verdadera etapa dorada para la literatura inglesa, que experimenta un impresionante auge del teatro -con autores de la talla de Christopher Marlowe y William Shakespeare– y de la poesía -donde destacaron John Donne o John Milton-.
La verdadera transición entre el renacimiento inglés (que, por otra parte, mantiene una cronología diferente a la vivida en el resto de Europa) y el barroco vino marcada por una obra del novelista John Lyly, Euphues o la anatomía del ingenio. De tipo cortesano, esta obra introdujo un nuevo lenguaje, preciosista y elegante, ingenioso y preocupado de la belleza formal. Tanto caló en sus contemporáneos que muchos llamaron movimiento eufista al proceso subsiguiente en el que numerosos autores aplicaron estas técnicas a sus nuevas creaciones.
George Herbert y Henry Vaughan son los primeros en destacar bajo este nuevo paradigma literario. El primero centra sus poesías en lo religioso, mientras el segundo es un poeta más filosófico y de carácter más secular.
John Donne es el más importante de este grupo de creadores, también conocido como el de los poetas metafísicos. Su poesía desarrolló una genuina personalidad estilística que lo llevó a sobrepasar las normas métricas habituales. Trató el amor, la muerte y la religión con igual calidad literaria, logrando impresionar gravemente a sus contemporáneos.
Pero, sin duda, el mejor poeta del barroco inglés fue John Milton. Su obra épica Paraíso perdido es una de las grandes hazañas de la poesía inglesa de todas las épocas, con un ritmo majestuoso y un lenguaje tan solemne como íntimo y personal. En él recrea la historia de Adán y Eva, su expulsión del paraíso, a la que añade una gran carga simbólica.
Tras su gran obra, Miltón abordó de nuevo la poesía épica con Paraíso recobrado, en la que Cristo consigue resistir una y otra vez las tentaciones del Diablo. Su última obra, Sansón agonista, presenta las preocupaciones de Milton en la etapa final de su vida.
Ya en el ocaso del período, y al margen de los grandes dramaturgos de la época, quien más brilló fue otro poeta, John Dryden, un innovador que anticipó los gustos literarios del siglo siguiente: el verso endecasílabo, la sátira y el espíritu patriótico de la primera Ilustración.