Características Generación del 27
Los autores que pertenecieron al movimiento literario español de la Generación del 27 que tratamos en el artículo de ayer (Autores de la Generación del 27), coincidían en que todos pertenecían a una clase social alta, razón por la que no tuvieron problemas económicos de ningún tipo.
También coincidieron en otro aspecto, ya que todos trabajaron como profesores, algunos desde el momento en el que finalizaron su cátedra y otros ejerciendo de manera privada, como ocurrió con el caso de Vicente Aleixandre, Federico García Lorca o Rafael Alberti, que trabajaron siguiendo esta metodología con el objetivo de elevar el nivel cultural de los habitantes de los pueblos. Por esta razón, la poesía y el teatro llenaban las calles y las plazas de éstos.
El pensamiento liberal también caracterizaba a los autores de la Generación del 27 y aunque desde el principio prefirieron mantenerse al margen de la política, cuando vieron que realmente era necesario posicionarse y colaborar, lo hicieron, concretamente a favor de la República.
Prácticamente todos los autores más relevantes de este movimiento literario se vieron obligados a exiliarse con la guerra. Algunos autores como Rafael Alberti, Prados, Garfias, María Teresa León y algunos más, apoyaron el movimiento marxista.
El único autor que se declaró abiertamente católico fue Gerardo Diego, sin embargo, algunos autores de la Generación del 27 también trataron con preocupación temas religiosos como Dámaso Alonso, Altoaguirre y Domenchina.
Con respecto a los escenarios sobre los que desarrollan sus obras, aunque tienen claros los orígenes, el campo y el paisaje natural, prefieren decantarse por el escenario real por donde ellos desarrollan su vida diaria: la ciudad, con los coches, las tecnologías, el cine, las nuevas telecomunicaciones, los deportes, etc. Además tratan estos temas desde una perspectiva juvenil, curiosa, moderna y entusiasta. También valorarán la música, sobre todo el flamenco, y la pintura vanguardista.
La relación de amistad que existía entre los miembros de la Generación del 27 también era algo que los caracterizaba y de lo que estaban orgulloso, aunque, como en todas las grandes familias, en algunas ocasiones hubo alguna que otra pequeña disputa sin importancia entre algunos de ellos.
El conjunto de mujeres autoras de esta Generación destacarán por ser modelos de libertad y por comportarse de manera totalmente diferente a los prejuicios que en esa época existían en la sociedad, sobre todo María Teresa León y Concha Méndez.
Con respecto a la tendencia sexual de algunos de los autores de la Generación del 27, también se hizo pública y algunos de ellos demostraron su valentía como Luis Cernuda, quien nunca escondió su homesexualidad.
La estética de este movimiento literario era una mezcla de muchos conceptos: la poesía culta y la moderna, lo moderno y antiguo, Bécquer y Góngora, el cine y la pintura, es decir, estos autores veían color tanto en la vanguardia como en la tradición.
Federico García Lorca podría considerarse como el autor guía de la Generación del 27 e incluso trabajaba por mantener al grupo unido, y lo consiguió, aunque acabó teniendo disputas con casi todos sus colegas.