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Hojas de hierba de Walt Whitman

Publicado por A. Cerra

Hojas de hierba es la gran obra del autor estadounidense Walt Whitman (1819 – 1892). Una obra que se puede decir que le ocupó toda su vida, ya que aunque es cierto que la primera edición del libro tuvo lugar en 1855. Fue constantemente reeditado en los años posteriores y hasta la muerte del literato, el cual lo revisaba en cada ocasión y siempre iba a añadiendo nuevos poemas. Tanto es así que en la edición primera, el volumen constaba de una docena de composiciones, mientras que en la última que se hizo ya había más de 400 poemas.

Una de esas incorporaciones que se hicieron con el tiempo, fue una las más famosas del autor. Es decir, la elegía que le dedicó al presidente Abraham Lincoln tras su magnicidio. Un obra que recoge los célebres versos de ¡Oh Capitán! ¡Mi capitán!

Todo este conjunto de poemas son la quintaesencia del Romanticismo en Estados Unidos. De hecho, este poeta seguramente es el que mejor ha cantado a su país, y a conceptos como la libertad. Y lo hizo con ciertos toques innovadores, como el uso de los versos libres, o que optara por la primera persona, algo que no estaba bien visto en el momento, pero está claro que sin esa presencia del yo serían impensable algunos de sus más reconocibles poemas como el Canto de mí mismo.

En general toda la obra de Whitman destila alegría, y lo hace de un modo muy sensorial. El resultado son composiciones muy optimistas, pero eso sí, con un tono muy solemne y decimonónico.

No tiene ningún problema en olvidarse de las temáticas más tradicionales, y dedicarse a exaltar la naturaleza y también la importancia de la individualidad del ser humano, tanto en cuerpo como en alma.

En definitiva, se ha convertido en todo un clásico de las letras en Estados Unidos, y ciertamente es un poemario al que siempre se puede recurrir. Ya que al tratarse de la obra de toda una vida. Y aunque entre unos versos y otros puedan mediar décadas de distancia, la verdad es que es muy unitario el conjunto, dándonos la visión del mundo de este artista. Allí se recogen sus ideas sobre la igualdad entre hombres y mujeres, sobre la democracia o sobre los placeres sexuales.

Además se puede leer de un tirón o por fragmentos, con la ventaja de que uno puede leerse hoy un poema (cualquiera) y al mes siguiente otro (otro cualquiera), y esa breve lectura tendrá sentido por sí sola. Así lo pensaba por ejemplo uno de los traductores más ilustres que ha tenido Walt Whitman en español: Jorge Luis Borges, quien también dedicó varios ensayos y un poema al autor estadounidense.