Kazuo Ishiguro
En este año 2017 el Premio Nobel de Literatura ha recaído en el escritor Kazuo Ishiguro, un autor de origen japonés, aunque desde niño reside en el Reino Unido, y de hecho sus obras las escribe directamente en inglés y no en su lengua materna. Y es que Ishiguro, nacido en 1954, a la edad de 5 años, se trasladó con toda su familia a Inglaterra cuando a su padre le dieron en Surrey un empleo como oceanógrafo. Por ello fue educado allí, comenzó a leer al autor de novelas policiacas más famoso, Arthur Conan Doyle, por su personaje Sherlock Holmes, y estudió literatura inglesa en la Universidad de Kent.
El motivo para otorgarle ese premio, según la propia academia sueca es la gran fuerza emocional de sus novelas. Unas novelas que en algunos casos han sido llevadas exitosamente a la gran pantalla de manos de producciones de Hollywood, como es el caso de Los restos del día o Nunca me abandones.
Realmente su producción literaria es abundante y variada en géneros, porque aunque solo ha escrito siete novelas, a eso hay que sumarle distintos libros de relatos, así como guiones para el cine y también la televisión. E incluso ha escrito canciones. Algo que curiosamente le une con el Premio Nobel de 2016, el rockero y poeta Bob Dylan, al cual por cierto Ishiguro ha declarado su admiración.
A Kazuo Ishiguro se le considera integrante de una generación novelistas británicos que desde los años 80 del pasado siglo XX, vienen renovando la literatura de las islas británicas. Una generación de la que forman parte autores como Ian McEwan, Martin Amis, Hanif Kureishi, Julian Barnes, o el hasta ahora más famos de todos ellos: Salman Rushdie.
La verdad es que a diferencia de otros autores premiados con el Nobel, en este caso se trata de un escritor de éxito, con obras muy queridas por el gran público, y no solo por los círculos literarios. Prácticamente desde su primera novela de 1982, Pálida luz en las colinas, se ganó el favor de los lectores. Y ese idilio con el público se ha prolongado hasta su último libro, publicado en 2016 con el título El gigante enterrado.
Una trayectoria en la que trata sobre temas recurrentes como la memoria, el olvido y la experiencia. Independientemente de la época en la que ambiente sus relatos, siempre está tratando temas intemporales y dilemas que tiene cualquier ser humano y en cualquier lugar.
No obstante, debemos de hablar de sus dos grandes éxitos.
Uno es su novela Los restos del día de 1989. Una novela protagonizada por un mayordomo que rememora su vida en la mansión de una aristócrata inglés. Un personaje complejo que encarnó en el cine el actor Anthony Hopkins, secundado estupendamente por Emma Thompson.
Y su otro gran éxito fue su novela de 2005 Nunca me abandones. En este caso el relato lo protagoniza un niña internada en un centro para jóvenes que oculta muchos secretos. Un trama con varios niveles de lectura y que fue nominada con el prestigioso premio Booker.