Nicolás Guillén
Sus primeros libros vieron la luz en los años 30, con obras como Sangre cosongo, donde se ve un estilo todavía incipiente y en el que prima la experimentación. Así como también se descubren las influencias del autor: los poetas de la Generación de 27, el peruano César Vallejo o el chileno Pablo Neruda.
En estos comienzos ya se ve que su poesía nace con la vocación de ser la voz de un pueblo mestizo. Una poesía que evoca la cultura popular, los ancestros, los ritmos y la cultura tradicional. Y dándole a la palabra mestizo la importancia que tiene, como definición de ese pueblo, en el que destaca sobre todo los valores de la cultura negra. Elemento clave de la peculiaridad de Cuba, y de todas las Antillas del mar Caribe.
Nicolás cada vez fue indagando más en esas cuestiones de la identidad, y a partir de ello se afianzaba en él su compromiso con la literatura, como herramienta para divulgar esos valores y defenderlos. Eso solo tenía un camino posible, y era el de la denuncia. Denuncia de la situación del pueblo más oprimido, de la población negra. Algo que iba de la mano de la presencia de unas oligarquías explotadoras de pensamiento capitalista e imperialista. Lo cual no solo denunciaba en su Cuba natal como en toda la región caribeña.
Esos temas ya aparecieron en su obra West Indies Ltd. de 1934, pero fueron a más con el paso del tiempo. Y alcanzaron su esplendor en los libros de los años 50: Elegías populares (1955) y Paloma de vuelo popular (1958).
Estas ya son obras que escribe en el exilio. Y parece que con la distancia ha ganado en serenidad, y también una visión más universal de los problemas que siempre sufren a las minorías y a las clases más marginadas.
Como era lógico, tras la Revolución Cubana de 1959, la expulsión de Fulgencio Batista, y la llegada al poder de Fidel Castro, el poeta Nicolás se convirtió en un defensor del nuevo régimen. Y esas ideas se plasman en libros como El gran zoo de 1964 o El diario que a diario de 1967.
En el primero ridiculiza con sagacidad y humor las pretensiones imperialistas de Estados Unidos y en el segundo nos cuenta la historia de Cuba, comenzando en los tiempos en que fue una colonia española.
En definitiva, Nicolás Guillén es un poeta que con sus versos contempla, critica y define el mundo que le rodea.