Canciones del más acá de Benedetti
Si hay un referente popular y masivo de la poesía actual en español, ese sin duda alguna es el uruguayo Mario Benedetti. Un autor que ha acercado como muy pocos la lírica al gran público. Un fenómeno que para muchos estudiosos de la letras hispanoamericanas solo se puede comparar con lo que supuso el chileno Pablo Neruda, y antes los españoles Federico García Lorca y Antonio Machado.
Y lo hizo un escritor que tuvo múltiples facetas literarias. Porque Benedetti escribió poesía, pero también infinidad de cuentos, obras de teatro e incluso ensayos. Y en toda su producción hay unos elementos comunes. Escribe al amor, pero también de la cotidianeidad y que cualquiera conocemos, sufrimos y vivimos en nuestro día a día. Presentando cada uno de esos episodios siempre con delicadeza, pero también con ironía y precisión, donde nunca hay una palabra de más y cada una tiene su valor.
Esos principios le sirven para crear relatos pero también imágenes capaces de fusionar lo más cotidiano y habitual con los sentimientos que nos llevan a la épica. Además de que siempre hay un poso que une todo a la realidad, ya que en todo momento se puede ver el trasfondo de la realidad, la reflexión sobre ella e incluso la crítica, si lo considera oportuno.
Esos criterios hacen que nos podamos reconocer en los textos y en los poemas de Mario Benedetti. Nos es muy fácil identificarnos con ellos, nosotros la gente corriente, pero también otros creadores. Sí, porque el material que está reunido en su libro Canciones del más acá son muchos textos que desde un primer momento compuso para que fueran cantados por otros. Aunque también aparecen otros poemas que fueron adaptados para su interpretación.
Era sumamente conocida la afición de Benedetti a la canción. Y de algún modo, los antiguos trovadores no eran más que poetas que cantaban sus composiciones. Sin embargo, Benedetti no era quien ponía voz y música a sus textos, fueron otras figuras de la talla del cantautor catalán Joan Manuel Serrat, la intérprete mexicana Amparo Ocho o la gran artista argentina Nacha Guevara.
En fin, un libro con composiciones para leer, y otras muchas para tararear porque quizás nos suenen.