Los amantes de Teruel de Hartzenbusch
Esta es una de las obras de teatro más exitosas de todas cuanto se escribieron en la época del Romanticismo en España. Una obra que posee todos los ingredientes propios del espíritu romántico de mediados del siglo XIX: el tema del amor, sobre todo el amor desdichado, pero también el honor y la virtud.
Además es una trama que, ambientada en los tiempos de la Edad Media, ya había sido tratada por escritores precedentes como el propio Tirso de Molina. Por cierto, también Tirso de Molina había escrito una versión más antigua de la otra gran obra teatral del Romanticismo español: Don Juan Tenorio. Y es que entre ambas hay muy pocos años de diferencia, ya que Los amantes de Teruel del escritor Juan Eugenio de Hartzenbusch se publicó en 1837, mientras que el Tenorio de Zorrilla vio la luz en 1844.
La historia nos relata los amores de dos jóvenes turolenses del siglo XIII, Isabel de Segura y Diego de Marcilla. Aunque literariamente se remonta una historia escrita por el autor italiano Giovanni Boccaccio.
El caso es que Los amantes de Teruel fue un enorme éxito en su momento y siempre fue una obra muy popular. Si bien es obvio que para el lector actual, es un libro no demasiado divertido y un tanto lioso con los numerosos conflictos que Hartzenbusch nos presenta entre los personajes. Porque en este relato, a diferencia de otra obra de teatro quintaesencia de los amores desdichados y prohibidos, como es Romeo y Julieta de Shakespeare, el autor se explaya en exceso en presentarnos a un sinfín de personajes cuyas vidas y actitudes influyen más o menos en la trama principal.
Pero aunque para nosotros sea una lectura un tanto fatigosa, sin duda alguna para el autor fue su gran obra, su gran éxito y la repercusión de la misma fue enorme. Y se puede decir sin miedo a equivocarnos que no es el mejor libro de la literatura española romántica, pero pocos han alcanzado semejante influjo. Quizás no desde un plano literario, pero si desde el punto de vista popular e incluso económico, especialmente en la ciudad española de Teruel, cuya historia de los amantes es una de sus emblemas culturales y turísticos.
Por ejemplo, todo aquel que viaja a la ciudad visita el mausoleo que se creó en su honor, donde hay una gran escultura funeraria que los recuerda. Y no es la única obra que evoca estos personajes, ya que también hay cuadros con esta temática en el Museo del Prado en Madrid. Y además, toda la ciudad, para mediados de febrero, coincidiendo con el día 14 de febrero, regresa escenográficamente a la Edad Media, en una grandiosa representación teatral ciudadana con miles de extras en la que las calles turolenses son el escenario donde se desarrolla la obra de Las Bodas de Isabel de Segura, es decir, la historia de los Amantes de Teruel. Un evento que hace que todos los habitantes se vistan con trajes de época y participen en la representación, y que además atrae a numerosos visitantes de fuera, produciendo importantes beneficios económicos. Por lo tanto, es un buen ejemplo de que la literatura, la cultura y la historia también puede llegar a ser fuente de riqueza.