Ana Karenina de Leon Toltstoi
El gran escritor ruso Fiodor Dostoievski, contemporáneo de Tolstoi, calificó este libro como la obra de arte perfecta. Y ciertamente la novela Ana Karenina está en el Olimpo de las grandes novelas de todos los tiempos, y su autor se considera como la cima de la literatura rusa.
Pese a ello, también en ocasiones, este texto se ha llegado a referir como una larga novela de amor, en la que se cruzan sobre todo la historia de tres parejas de la aristocracia rusa de finales del siglo XIX. Y donde tiene una importancia capital el asunto del adulterio. Algo que la emparenta con otra gran obra de esa centuria: Madame Bovary de Gustave Flaubert.
Sin embargo, no tiene sentido reducir Ana Karenina al simple calificativo de “novela romántica”. Esta narración posiblemente sea la obra maestra de Leon Tolstoi, con el permiso de su otro gran libro Guerra y Paz. Y es que el texto de sobre Ana Karenina nos habla de muchas otras cosas: de la crítica a la sociedad aristócrata de su tiempo, de las pasiones atemporales que rodean a todo ser humano, de la crisis de creencias que sufría el propio autor, de los valores que han de guiar los actos de un hombre, …
Y curiosamente todo ello lo presenta con una prosa extraordinariamente sencilla. Lo cual no va reñido con que sea un texto muy elegante, en el que la increíble capacidad narrativa de Tolstoi hace que se siga de forma relativamente fácil un entramado de intrigas y tramas que por momentos pueden ser abrumadoras.
No obstante, sabe ir alternando eso con las notas sobre la ambientación del momento histórico y sobre todo con la disección de los sentimientos y pensamientos de los personajes principales. Porque de lo que en realidad no está hablando es sobre los caminos a seguir para encontrar la felicidad.
Ni más ni menos, y todo ello en una obra que surgió inicialmente como un folletín por entregas, que entre el mes de enero de 1875 y el de abril de 1877 se fue publicando por capítulos de forma mensual en una revista. Si bien en aquella revista no llegó a conocerse el final de la historia, ya que Tolstoi quería acabar la obra de un modo, mientras que el editor quería darle otro final de carácter más cormercial. De este modo, el desenlace no se conoció hasta la definitiva publicación en forma de libro en el año 1877.