Marinero en tierra de Alberti
La lectura del libro de poemas Marinero en tierra que publicó en 1925 el español Rafael Alberti es altamente recomendable a cualquier edad. Pero sobre todo puede ser una lectura inolvidable para los más jóvenes que todavía no se han atrevido a leer poesía y les causa cierto respeto este género literario.
La razón para que sea una estupenda lectura es la atmósfera vital que irradian estas composiciones, y eso pese a que en realidad se trata de un poemario cargado de nostalgia. Algo que se debe a las condiciones en que se concibió el poemario. La obra la hizo Alberti estando en la sierra de Guadarrama, en la provincia de Segovia, prácticamente en el centro de España. Hasta allí se fue un tiempo para curarse de unas dolencias pulmonares.
Y estando rodeado de sierra, echaba de menos el mar, el océano Atlántico que baña su población natal de El Puerto de Santa María, junto a la ciudad de Cádiz. Ese es el leit motiv de toda la obra, recordar su tierra y su mar, y sin duda con el título del libro ya lo dejaba muy claro.
Alberti, durante su larga vida (1902 -1999), al igual que vivió en diferentes lugares, como Argentina o Italia debido al exilio por sus ideas comunistas, también escribió poesía de muy diferentes características. En sus libros hay poemas de claro corte político, por momentos panfletarios, también los hay de corte surrealista, de estilo muy virtuoso o en forma de homenaje al poeta del barroco Góngora, como buen representante de la Generación del 27.
No obstante, en este primer libro de Marinero en tierra se ve un estilo neopopular, una vertiente poética que también trabajó otro poeta andaluz de la misma Generación del 27, Federico García Lorca con libros como su Romancero gitano o sus obras de teatro ambientadas en el medio rural.
Este estilo consiste en volver a la poesía popular, eso sí darle un tono más moderno, aunque sin llegar a las abstracciones y complejidades de las vanguardias de esos años. Son poemas de lectura fácil, con el lenguaje del pueblo y sobre todo de una musicalidad total, algo que es esencial para la poesía, y que de alguna manera está en los orígenes más ancestrales del género.
Por eso una fuente de inspiración son los cancioneros populares, que tan bien conocía Alberti. Unos cancioneros a los que con el paso del tiempo se han incorporado sus propios poemas de Marinero en tierra. Porque hoy en día, sus sonetos, letrillas o romances son muy conocidos y repetidos en Andalucía, y sobre todo en tierras gaditanas, donde han recibido numerosas versiones musicales, alcanzando así el rango de literatura popular.