Lenguaje positivo
Cualquier día al azar que te sientas en tu sillón preferido, enciendes la televisión y comienzas ver el telediario a la hora de comer te puedes dar cuenta de lo dura que es la vida, de que los desastres naturales ocurren prácticamente todos los días en diferentes partes del mundo, de que la economía de los países cada vez está peor y que siempre, sin fallar un solo día, hay alguna noticia mala que contar en este tipo de programas. Pues bien, visto cómo está la sociedad últimamente los científicos encargados de las parcelas del lenguaje han querido hacer un análisis del vocabulario que los seres humanos utilizamos a diario para comprobar si esta situación caótica en la que nos encontramos afecta también a nuestro lenguaje o no.
El estudio fue publicado en la revista PLoS ONE y fue realizado por los expertos de matemática aplicada de la Universidad de Vermont en Estados Unidos. Pues bien, las conclusiones fueron muy claras, el lenguaje mundialmente utilizado en el último medio siglo por los seres humanos es claramente positivo, lo que parece ser contradictorio si comparamos las situaciones precarias e injustas en las que nos tenemos que enfrentar diariamente. Pero claro, esta conclusión, como todo buen experimento que se precie, tiene su explicación científica.
El experimento que los investigadores realizaron consistió en lo siguiente: se realizó un minucioso y detallado análisis de las palabras (en todos los idiomas) que más se repitieron en el último medio siglo en diferentes medios: el periódico New York Times, los libros que permanecen archivados en Google books (incluso con títulos que datan del siglo XVI), en la plataforma Twitter y en las letras de las canciones más escuchadas. Después de todo este trabajoso estudio, se recopilaron un total de 5.000 vocablos que aparecieron con más frecuencia en cada uno de estos medios. Pues bien, las conclusiones fueron decisivas, el vocabulario más utilizado por los seres humanos es el relacionado con términos positivos relacionados con la felicidad, la alegría, el gozo, la diversión, frente a los términos negativos que tienen relación con la tristeza y la pena.
La explicación científica de los resultados obtenidos de esta investigación viene dada con que las palabras que son positivas son más usadas porque el lenguaje humano está íntimamente relacionado con las relaciones humanas, y ser positivo con estas relaciones ayuda a que estas relaciones se mantengan más fuertes y arraigadas, es decir, el lenguaje humano es social, por lo que resulta mucho mejor ser positivos para mantener vivos nuestros vínculos sociales.
Esta conclusión confirma la teoría del Principio de Pollyana, que hace referencia a una novela infantil cuya protagonista era una heroína que defendía una manera de ser optimista y risueña para afrontar y procesar las informaciones que le van llegando de una forma agradable en lugar de desagradable y de este modo ser mucho más eficiente.
