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Oraciones recíprocas

Publicado por Pablo

orreciprocas.jpgComo hemos ido tratando en sucesivos artículos aquí en “La guía de lengua”, una oración es un conjunto de palabras que, juntas, forman un enunciado lógico y portador de sentido y significado. Además, sabemos bien que cada oración o cada conjunto de palabras que podamos emplear a diario tiene un sentido específico y que, por consiguiente, es poseedor de características propias que la convierten en una integrante de un grupo determinado de oraciones de tipología similar. En esta ocasión, vamos a tratar uno de esos grupos: el de las oraciones recíprocas.

Por normal general se denomina oración recíproca a aquél enunciado oracional clasificado dentro de las oraciones de tipo predicativo, que además son activas y transitivas, y en las cuales la acción no sólo es ejecutada por uno o más sujetos sino además -y esta es la clave de una oración recíproca- recibida o “sufrida” de forma mutua por dos o más sujetos.

Así pues, y a diferencia de las oraciones que son simplemente reflexivas, las oraciones recíprocas poseen un sujeto plural -un sujeto que en algunas ocasiones puede ser colectivo- o bien varios sujetos, que son los que no sólo se encargan de llevar a cabo, iniciar o incoar la acción, sino que además son los que la padecen, y la padecen todos ellos de forma mutua.

La diferencia clave aquí, la que debemos entender, es aquella que separa las oraciones reflexivas de las reflexivas recíprocas. Pongamos algunos ejemplos:

Ana se peina

Carla se está duchando

En las frases anteriores, por decirlo a la incoherente manera de la voz pasiva, “Ana es peinada por Ana”, y “Carla está siendo duchada por Carla”. Hay pues un sólo sujeto que realiza y padece la acción a la vez. En cambio, fijémonos en los siguientes ejemplos:

Ana y Carla se están ayudando a prepararse

Aquí, tanto Ana como Carla realizan la acción y tanto Ana como Carla padecen la acción mutuamente, a la vez. Es importante recalcar el elemento mutuo, porque si no fuera así, la oración no sería recíproca. Pongamos otro ejemplos:

Ana y Carla se están peinando

Aquí, a menos que entendamos que se están peinando la una a la otra, podemos entender que Ana se está peinando a sí misma y Carla también, o lo que es lo mismo, se están peinando por separado. Así pues, en este caso, la oración sería reflexiva pero no recíproca.

En cualquier caso, los ejemplos más comunes son algunos como estos:

Ana y Carla se entienden perfectamente

Juan y María se aman

Los dos hermanos se tienen mucho respeto